El líder del Movimiento al Socialismo (MAS) Evo Morales, salió al frente de las observaciones que planteó el Tribunal Supremo Electoral (TSE) sobre el trámite de supervisión del congreso del partido programado para junio.

Manifestó que el Órgano Electoral, no puede obligarlos a dialogar y buscar un consenso con dirigentes “ilegales y traidores”, para un nuevo congreso del partido azul.

Una de las principales observaciones que se plantean es que “la Convocatoria no acredita el cumplimiento del artículo 13 del Estatuto Orgánico del MAS, que dispone que será emitida por la Dirección Nacional, previo consenso con las organizaciones matrices nacionales”.

Morales aseguró que el MAS cumple con el estatuto y las normas para llevar adelante este encuentro en Villa Tunari y agregó que la militancia del partido está en emergencia, ante los intentos del Gobierno de proscribir la sigla del Instrumento Político.

Cuestionó además que se hubiera observado el consenso con las organizaciones matrices que se hace mención en la nota de respuesta del TSE sobre el trámite presentado la semana pasada tras calificar las organizaciones que cuestionan la convocatoria.

En conferencia de prensa, Morales señaló que las observaciones son de forma y no de fondo y que en los próximos días serán subsanadas.

Morales también se refirió al cambio de la exvocal Dina Chuquimia que fue cambiada por Gustavo Ávila, y dijo que la nueva autoridad tiene “la misión de inhabilitar su candidatura” y proscribir la sigla del Movimiento al Socialismo.

“Sospechosamente ha sido cambiada Chuquimia (...) el mandato de la Casa Grande del Pueblo es que Gustavo Ávila sea presidente del TSE con dos misiones: primero, inhabilitar a Evo como candidato a presidente, y segundo es proscribir al MAS”, dijo Morales este jueves.

Se conoce que los sectores campesinos e indígenas son reconocidos dentro del MAS como las organizaciones matrices. Al menos tres -la CSUTCB, los interculturales y Conamaq- están divididos y tienen dirigencias paralelas.