Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: lunes 20 de agosto de 2018
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Democracia interna y divergencias
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Las peleas internas, denuncias de nepotismo y difamaciones entre legisladores enlodan y socavan la escasa credibilidad que tiene Unidad Demócrata (UD), que es la alianza entre el Movimiento Democrático Social (MDS) y Unidad Nacional (UN), del empresario Samuel Doria Medina.
Los casos fueron hechos públicos a través de los medios de comunicación entre 2015 y el presente año.
Los diputados Elmar Callejas y Sonia Brito, además del asambleísta departamental Gustavo Torrico, pusieron su lupa sobre el comportamiento de los opositores que forman parte de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), que se pasearon entre la demanda y la contrademanda.
Los protagonistas de peleas internas fueron Jimena Costa, Rafael Quispe, Arturo Murillo y Amílcar Barral. Las denuncias se encuentran en la Comisión de Ética de la Cámara Baja.
La diputada Sonia Brito manifestó que no le extraña el comportamiento de muchos de sus colegas de UD, que a lo largo de estos últimos años protagonizaron casos bochornosos, muchos de los cuales rayan en lo ilícito.
“Una prueba son los actos de corrupción y machismo, en los que son protagonistas los de UD. Tenemos una denuncia de nepotismo en la que está involucrado Wilson Santamaría, otra por cobros ilegales de Amílcar Barral, también por maltrato y acoso político contra el senador Arturo Murillo”, informó a Cambio.
El legislador Elmar Callejas recordó el caso del pago de una coima que involucró al diputado Santamaría, así como las agresiones que sufren sus colegas mujeres de bancada cuando hacen uso de la palabra.
“Pasan muchas cosas en la cámara, como el caso en que incurrió el diputado Rafael Quispe por uso indebido de influencias para favorecer a su colega Barral”, afirmó.
En tanto, el asambleísta departamental Gustavo Torrico recordó que de todos los mencionados en los escándalos, la mayoría tiene antecedentes de haber servido durante los gobiernos neoliberales, sea como diputados o funcionarios vinculados a la administración pública.
“Estos señores quieren mostrar un rostro de honrados cuando su origen es el ‘prostíbulo’ político, como el de Gonzalo Barrientos, Arturo Murillo o Lourdes Millares, que vienen de lo más rancio del neoliberalismo”, afirmó.
Los tres analistas expresaron su extrañeza por lo siguiente: cuando los opositores incurren en escándalos, los medios de comunicación ligados a los empresarios se encargan de minimizarlos.
Pero cuando un militante del Movimiento Al Socialismo (MAS) incurre en un error, los medios se encargan de “lapidar a la persona” con publicaciones que muchas veces vulneran su intimidad.