Medio: Opinión
Fecha de la publicación: lunes 06 de agosto de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
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El director de Centro de Estudios Superiores Universitarios (CESU-UMSS), sociólogo y cientista político, Fernando Mayorga, hace una radiografía del momento político en el que se encuentra el país que se encamina a las elecciones generales de 2019.
PREGUNTA: ¿Cuál es el contexto político de este nuevo aniversario patrio?
RESPUESTA: Este 6 de agosto se va a iniciar una coyuntura crítica que, inicialmente, culminará el 10 de octubre, fecha en la que se recuerda la restauración de la democracia en Bolivia, y que las plataformas del 21F piensan usar para hacer una marcha de Caracollo a La Paz, según anunciaron.
El 6 de agosto de este año ha adquirido otra connotación debido a la convocatoria de los grupos opositores al Gobierno que enarbolan la defensa del resultado del referendo del 21 de febrero de 2016 (21F).
Entre agosto y octubre, buena parte de las fuerzas de oposición van a desarrollar una serie de acciones contra el Gobierno impulsadas por la consigna de evitar la repostulación de Evo Morales.
P. Además de intentar evitar la repostulación de Morales, ¿hay otros objetivos en las movilizaciones del 21F?
R. Hay varios temas en juego. Esto primero es parte de este esfuerzo opositor por quitarle la bandera democrática al MAS.
No es solamente una crítica a la estrategia oficialista de impulsar la postulación de Evo Morales, para su reelección, que es definida como una negación de la soberanía popular expresada en las urnas el 21 de febrero de 2016, sino que en varios enunciados, resoluciones y comunicados de estos grupos hay una insistencia en caracterizar al régimen del MAS como un Gobierno dictatorial, autoritario, y por lo tanto, antidemocrático.
Es más, un grupo de estas autodenominadas plataformas ciudadanas ha declarado que Evo Morales es un “dictador”, y todo esto está en la perspectiva de quitarle la bandera democrática al MAS, habida cuenta de que este partido fue la expresión de la ampliación de la democracia, con la inclusión de los indígenas y campesinos en las esferas de poder.
Es decir, hay una doble apuesta, tensionar el escenario político entre agosto y octubre, provocar una reacción del MAS, en el sentido de una declinación de la postulación de Evo Morales, algo que lo veo más que improbable, pero si no logran ese propósito ganarían en términos de una merma en la popularidad de Morales.
Entonces, esa es la novedad de este 6 de agosto, es un aniversario patrio altamente politizado.
P. ¿Esta coyuntura crítica podría prolongarse dado que esamos entrando a un año electoral?.
R. Después del 10 de octubre, no sabemos qué va a pasar. En este contexto hay grupos que tienen incluso una propuesta rupturista, es decir de propiciar una renuncia del Presidente, una caída del Gobierno.
El tema es que las fuerzas de oposición están enfrascadas en esto con mayor o menor radicalidad, porque saben que se acerca el periodo electoral que tendrá un momento fundamental en mayo del 2019 cuando se convoque a elecciones y ahí se tenga que definir las candidaturas.
En el ínterin, hasta el segundo semestre de este año, es posible que se apruebe la Ley de Organizaciones Política, si entra en vigencia esta norma, se adelantará el proceso electoral, porque esta ley pone como condición la realización de elecciones internas, para nominar candidatos y, por lo tanto, las organizaciones políticas que quieran participar el 2019, tendrán que definir candidaturas en el segundo semestre de este año o a inicios del próximo.
P. ¿Cuál es la situación de la oposición con miras a 2019?
R. Las fuerzas de oposición están peleando contra el tiempo, porque la apuesta de todas es que Evo Morales no sea candidato, y ¿cómo lograr eso? Hay solo dos formas, que el MAS decline la candidatura de Morales, algo que es muy improbable, y la segunda, que es a la que apuntan, que el Tribunal Supremo Electoral no acepte la inscripción de esa candidatura (...).
La táctica por ahora de ellos es convergencia de fuerzas para evitar que Evo Morales sea candidato y eso los pone en lucha contra el tiempo, porque las organizaciones políticas ya tiene que pensar en su participación en 2019.