La misión del Tribunal Internacional de Derechos de la Naturaleza ya está en el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) y recibe hoy las denuncias de los indígenas en contra del Gobierno, respecto a sus políticas que, afirman, violan los derechos de la Madre Tierra, específicamente sobre la construcción de un puente que forma parte de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos.

A su arribo ayer a la comunidad de Trinidadcito, procedentes de la capital beniana, los jueces del Tribunal precisaron que sus sentencias tienen un valor ético y no son vinculantes para los Estados; sin embargo, quieren conocer la posición del Gobierno en torno a las denuncias y por eso solicitaron una reunión con el presidente Evo Morales.

La misión está conformada por el ecuatoriano Alberto Acosta, la estadounidense Shannon Biggs y el argentino Enrique Viale; ayer fue recibida por varias comunidades.

El primero manifestó que el Gobierno debería hacer coincidir sus dichos con sus acciones respecto al TIPNIS. Señaló que Morales, uno de los impulsores del Tribunal, es recocido a nivel internacional como un representante de la defensa de la Madre Tierra, por lo cual sería lamentable que sus acciones no coincidan con esa reputación.

“Creo que debe haber apertura del Gobierno y debe haber una coincidencia con lo que se dijo y lo que se está haciendo (...) sería lamentable que sea uno el discurso y otra la acción”, puntualizó.

"La sentencia es ética y es una especie de recomendación (a los Estados), pero tiene un valor, y así comenzó muchas luchas por los derechos humanos en el mundo. Cuando no había respuesta de los organismos oficiales y se armaban los tribunales éticos", sostuvo por su parte Viale al pisar territorio indígena.

Acosta reforzó esa concepción y precisó que "el fallo no es vinculante", porque se trata de un tribunal ético. "Nuestro mandato es nuestra conciencia, nuestro esfuerzo es consolidar fuerzas para que desde la sociedad civil se sancione moralmente a quienes están atropellando la Madre Tierra y violando los derechos de los defensores de la madre tierra", explicó.

El año pasado los dirigentes Fabián Gil y Marqueza Teco presentaron su queja en Alemania y solicitaron que una comisión llegue al país para verificar in situ la vulneración de sus derechos en la relación con la naturaleza.

Los comisionados después de sesionar en Trinidadcito se trasladarán a Cochabamba para ingresar por Villa Tunari al polígono 7 donde se construyen puentes, que los indígenas consideran un riesgo porque provocarán una presión de los colonizadores hacia el TIPNIS.

El 20 y 21 de agosto está previsto que lleguen a La Paz. "Hemos pedido formalmente al presidente Evo Morales una reunión y una audiencia, esperemos que nos reciban. Vamos a estar unos días en La Paz. Hasta ahora no recibimos respuesta, pero esperemos que nos reciban", sostuvo Viale.

Dijo sentirse "muy emocionado" y "muy impactado por el cariño" que recibieron al llegar a la comunidad, más aún porque tienen conocimiento que muchos viajaron desde comunidades lejanas para plantear sus preocupaciones.

"Eso para nosotros es una gran responsabilidad y es muy emocionante", fundamentalmente para la elaboración del informe final, agregó.

Asimismo, dijo que "los territorios son parte de las culturas. Lamentablemente la vida moderna nos ha separado de los territorios. Ellos mantienen esa esencia y por eso vinimos a aprender de ellos".

Evocan marcha luego de 28 años de la primera

Tal cual lo hicieron hace 28 años, hombres, mujeres, jóvenes y niños protagonizaron una marcha simbólica en la comunidad Trinidadcito, en el corazón del TIPNIS, rememorando la denominada marcha por la vida y el territorio que inició un 15 de agosto de 1990.

"Gracias Dios sigo existiendo. Soy uno de los que participó de esta marcha. Por el territorio y la dignidad. Nos fuimos a la marcha del 90 porque era necesario y, por tanto, hoy y ahora estamos nuevamente aquí concentrados para decir que este derecho nuestro por nuestro territorio se respete", manifestó Francisco Temo, marchista de aquella movilización que llegó a La Paz a inicios de la década de los ‘90.

Con banderas bolivianas y vítores de protesta, exigieron respeto a su territorio; decenas de indígenas recorrieron un corto tramo simbolizando el esfuerzo que hicieron sus padres y abuelos.

Para Temo, la situación actual no es diferente a la que se vivió en 1990 y que terminó con la realización de la gran marcha.

"Antes nosotros no éramos reconocidos y lo mismo está pasando hoy. Somos abusados, con los derechos violados por este territorio nuestro. El Gobierno no nos está respetando, él quiere que sea respetado, pero para que ocurra eso primero debe respetar", agregó.

Finalmente, el ex marchista lamentó la situación por la que pasan los pueblos del TIPNIS, las cuales, según su óptica, viven abusos de parte del Gobierno por proteger su "Casa Grande", definición que lleva la tierra de sus ancestros y que ahora ven amenazada por la construcción de una carretera.

"Una vez que se extermine la naturaleza no volverá más. Cuesta y es difícil y conocemos. Queremos que el Gobierno Nacional, le decimos que de hoy en adelante respete nuestros derechos, los recursos", concluyó.