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Medio: El Día
Fecha de la publicación: viernes 17 de agosto de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Democracia representativa
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Todos los días es elegido un presidente en el mundo; posesionan a otro o designan a un candidato a ocupar un cargo importante. Sin embargo, solo unos pocos nombres nos vienen a la cabeza cuando pensamos en aquellos líderes que han ayudado a cambiar el destino de sus pueblos, a transformar la historia de sus países: Mandela, Gandhi, Lincoln, Bolívar, Marco Aurelio, Churchill, Martin Luther King.
Este tipo de líderes nacen cada siglo o tal vez con menos frecuencia y se los suele recordar por su capacidad de renuncia antes que por sus obras, que seguramente fueron muchas, pero no tan significativas como la grandeza de resistirse a las tentaciones espurias que nacen del poder y la fama.
Mandela esperó casi 30 años en la cárcel hasta ver a Sudáfrica libre del Apartheid y pudiera haberse quedado “atornillado” en la presidencia de su país hasta su muerte, pero haberlo hecho así hubiera desdibujado por completo la lucha por la liberación de su pueblo, demostrando que el cambio era nada más que sinónimo de revancha. Bolívar tenía todo el ego, el prestigio y seguramente las ganas de erigirse como el gran monarca de América, pero abdicó a todo y murió en la miseria por ver a los países de América convertidos en repúblicas democráticas. Lo contrario hubiera significado continuar con el régimen colonial que tanto combatió. Para Churchill hubiera sido más fácil transar con Hitler como lo hicieron en Francia, donde terminaron pagando caro el cálculo político.
Los grandes líderes que cambiaron el curso de la historia son reconocidos por una sola acción como liberar a la India del yugo inglés; decretar el fin de la esclavitud en Estados Unidos; cimentar la democracia en Roma o terminar con el sistema opresivo que mantenía a los negros como ciudadanos de segunda categoría.
En la vida de Bolívar hay hazañas, récords y mil conquistas que han dado para escribir decenas de novelas; Gandhi recorrió a pie su país y consiguió la marca mundial por número de días de huelga de hambre; Lincoln tuvo que postularse una y otra vez a la presidencia hasta conseguir la victoria en las elecciones y el reverendo King fue famoso por sus marchas y concentraciones, pero especialmente por su rechazo a usar la violencia como método de cambio. Ellos no se dejaron seducir por el aplauso, la lisonja y el adulo; se enfocaron en un solo objetivo y lo lograron, dejando un legado imposible de borrar con el paso de los años.
Evo Morales hizo historia por haber mostrado la triste realidad de los indígenas, no solo en Bolivia, sino en toda América Latina. Su herencia debía ser la inclusión y la mejora de la calidad de vida de los pueblos originarios, metas que han sido abandonadas porque hoy, todo ha sido reducido a conseguir el récord de permanencia al mando del país; a la angurria por seguir a cualquier costo; al apetito por el poder, los lujos y la opulencia.
Evo Morales hizo historia por haber mostrado la triste realidad de los indígenas, no solo en Bolivia, sino en toda América Latina. Su herencia debía ser la inclusión y la mejora de la calidad de vida de los pueblos originarios, metas que han sido abandonadas porque hoy, todo ha sido reducido a conseguir el récord de permanencia al mando del país.