Medio: Urgente BO
Fecha de la publicación: miércoles 13 de marzo de 2024
Categoría: Representación Política
Subcategoría: Escaños
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Cinco analistas reflexionaron el escenario de organización del Censo de Población y Vivienda 2024 que se realizará este 23 de marzo, un proceso totalmente técnico aunque para algunos contaminado por factores políticos y un debate de quiénes pierden y quiénes ganan.
El coordinador de la Ruta del Censo, Mario Galindo, y las analistas María Teresa Zegada, Gabriela Canedo, Pablo Deheza y Pedro Portugal analizaron en el Conversatorio de la ANF cómo marcha el censo y los posibles debates una vez que se conozcan los resultados de este proceso.
El objetivo del censo es obtener información estadística sobre la cantidad y las características de la población boliviana, datos que van a coadyuvar en la planificación y toma de decisiones para la implementación de políticas públicas.
Los resultados censales aplicarán para tres temas: redistribución de escaños parlamentarios, coparticipación tributaria y para la compatibilización de datos del padrón electoral.
En relación a los escaños, Galindo cree que no hay debate, “Santa Cruz gana 5 escaños y no hay discusión, no hay cómo manipular datos de ninguna manera. Pierden Chuquisaca, Potosí, Oruro y La Paz. Una reunión que tuvimos con (Iván) Arias fue el primero en reconocer que La Paz pierde un escaño”, afirmó.
Los escaños parlamentarios se redistribuyen en función de la cantidad de población, se perfila que Santa Cruz sea el departamento con mayor cantidad de habitantes respecto al resto de los departamentos de Bolivia.
En relación a la coparticipación tributaria opina los mismo, “ya hemos hecho ejercicios de mil formas. 55 gobiernos municipales ganan (recursos), 280 pierden. Serán cinco más o cinco menos, pero ese es el dato, ya no hay donde más discutir”, sentencia el experto en la materia.
En esa línea, Galindo cree que si 20, 40 o 100 personas se trasladan de un municipio a otro lugar no afecta en absoluto a la cantidad de dinero que recibirán por habitante, es decir que la incidencia es mínima, por lo que hacerlo es innecesario.
“No sirve de nada que vayas al municipio donde naciste, harás variar 1 o 2% del presupuesto total”, comenta al señalar que esta es la idea que se intenta transmitir a los alcaldes desde la Ruta del Censo, y que lo que se debería trabajar es en apoyar a los jóvenes en sus proyectos productivos para que se queden en sus municipios y no migren.
Sin embargo, Teresa Zegada duda que todos acaten los resultados “silenciosamente”, porque el país funciona en medio de correlaciones de fuerza, de acuerdos y colapsos, ya que pueden existir actores que no estén de acuerdo y tengan capacidad de movilización y debate.
“No digo que mañana la gente se quede tranquila, lo que no creo es que haya problemas con relación a curules y coparticipación”, responde Galindo, para quien el “debate madre” será el pacto fiscal porque los gobiernos subnacionales exigirán al Gobierno central que no se quede con el 85% de recursos y ellos con el 18%.
Pedro Portugal piensa que cualquier resultado va a generar problemas, por ejemplo, uno de los temas complejos será el factor de representación política, está seguro que habrá sectores “descontentos” y consecuencias a partir de aquello.
“Los resultados del censo y el proceso del censo ahondarán una serie de problemas que tenemos en Bolivia. El problema no solo radica en el proceso del censo ni en la coyuntura actual, sino que arrastramos malestares que no hemos solucionado”, comenta.
Zegada añade que hay un factor político que ha contaminado el proceso censal desde que se decidió postergar la fecha y Santa Cruz hizo un paro de 36 días, hubo “fuego cruzado”. Es decir, un instrumento que debía ser técnico (…) ha tomado una característica política”.
“Arrastramos todos estos problemas y tienen que ver con relaciones de poder económico por redistribución de recursos y (poder) político ya que se avecina la elección de 2025 y es un tema candente la definición de curules”, plantea en el conversatorio.
Gabriela Canedo reflexiona que la politización del censo se genera a partir de que sus resultados sirven para la definición de asignación de curules y la distribución de recursos; o cuando se acarrea gente de un lugar a otro, evitando se arrojen “datos verdaderos”. “Una radiografía fría que debería dar este instrumento está siendo politizado”, afirma.
También advierte de los problemas que surgen en torno al censo, como la falta de delimitación político administrativa entre los departamentos y los municipios, el debate sobre la autoidentificación indígena o el criterio de mestizo; o los cuestionamientos a ciertas preguntas en la papeleta censal.
“He podido ver dentro de la sociedad civil que se le pide demasiado a esta herramienta cuando da un panorama referencial (…) que podría después focalizar necesidades de grupos y poblaciones. Se le pide mucho a esta radiografía”, explica.
Pablo Deheza asegura que si bien hay una politización este factor se ha atenuado y considera importante el involucramiento de la sociedad sobre todo de instituciones que están sobre el tema en Santa Cruz. “Esto atenúa los riesgos políticos y me parece saludable”.
Añade en el debate que, un eventual conflicto por los curules, que se incrementarían en el caso de Santa Cruz no es a costa del país, sino por un proceso de migración, “donde los potosinos están ganando un espacio de representación. Es un tema que requiere un proceso de madurez democrática para entenderlo”.
Los municipios intermedios cobran relevancia
Un debate que se tendrá que enfrentar a futuro es la reducción del número de municipios, actualmente según el Instituto Nacional de Estadística son 343 para este censo. De acuerdo a la Ruta del Censo sostiene que hay cada vez más poblaciones de los municipios que están siendo críticas a mantener a la clase política.
“Lo que ocurre es que de los 339 municipios (INE 343) en 200 gastan los recursos de coparticipación tributaria en gasto corriente y ya no tienen para gasto de inversión (…) La gente dice: ‘estamos tirando nuestra plata en mantener a la clase política’”, compartió en el diálogo Mario Galindo.
Añadió que han surgido propuestas en la Universidad Mayor de San Francisco Javier y en la Universidad Mayor de San Simón para reducir el número de municipios porque los presupuestos son cada vez más reducidos, no hay recursos para obras y la gestión “es nula”.
Galindo cree que si este tema hubiera sido planteado en la época de la Participación Popular “nos hubieran fusilado”, sin embargo, ahora está en la agenda pública y es parte de las reflexiones académicas y de investigadores.
Un análisis que se complementa con la hipótesis de Carlos Hugo Molina, quien plantea que “Bolivia es un país de ciudades intermedias” porque están creciendo de manera sistemática, la evidencia está en los últimos censos.
Es el caso de la población en Viacha, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística para el censo 2001 contaba con 46.596 habitantes, en 2012 aumentó a 80.724 habitantes, registrando una tasa anual de crecimiento intercensal de 4,9 por ciento.
Los municipios de Warnes y Montero, en Santa Cruz; Quillacollo y Sacaba en Cochabamba “están en el mismo proceso”, detalló Galindo.
“Bolivia pasa a ser totalmente urbana, pero no en ciudades grandes, sino en ciudades intermedias lo cual no es malo porque implica redistribución de población y eso es bueno”, complementó.
En su análisis las únicas ciudades que han crecido son Santa Cruz de la Sierra y El Alto; mientras que las ciudades capitales como La Paz, Sucre, Oruro y Potosí decrecieron y “las que han crecido son las ciudades intermedias”.
Observaciones en la organización del censo
En el conversatorio se planteó como una preocupación la capacitación de los censistas que estarán desplazados en todo el país para recoger la información casa por casa. Canedo advierte que hay poco conocimiento de la papeleta y que el llenado de la misma es clave para obtener la información correcta.
La coordinadora del Censo de Población y Vivienda, Martha Oviedo, declaró este martes que la capacitación continuará hasta dos días antes del censo, dijo que no hay problema en hacerlo hasta el 20 de marzo. El INE ha desarrollado capacitaciones presenciales, pero también virtuales.
La Ruta del Censo hace seguimiento al tema hace dos años, por eso mismo cuenta con información acerca de la organización, según Galindo hasta la pasada semana los reportes establecían que las maletas censales no estaban llegando a algunas regiones.
Comentó que con 581 mil censistas sería suficiente para llevar adelante el proceso censal, aunque el director del INE, Humberto Arandia, este pasado 10 de marzo informó que alcanzaron a 800.000 personas que se inscribieron como voluntarios a nivel nacional para ser parte del censo. Hasta ese día, el 72% de censistas fue capacitado.
Hasta este pasado domingo, en el departamento de Santa Cruz faltaba más de 7.059 censadores, señaló el ministro de Obras Públicas; hay reportes que aún falta en Cochabamba; también faltaba en El Alto, aunque la alcaldesa Eva Copa informó que lograron el 100% de censistas y la mayoría son mujeres.
“Estamos realmente poniéndole el cascabel a un gato inexistente porque no les falta censistas y el mismo INE alimenta esto de que faltan, no faltan. Con la cantidad que ya tienen ya se puede hacer el censo”, porque tienen una cantidad mucho mayor que en 2012.
Galindo dijo que donde hay problemas es en la cantidad de lápices para el llenado de la papeleta.
Deheza destaca desde una mirada histórica la recepción de la población respecto el censo, dijo que en el pasado “Eran innumerables los llamados a boicotear el conteo ciudadano y eso generó muchos cuestionamientos del censo. Hoy se ve en la ciudadanía una actitud de mayor conciencia”, al que se suma el ánimo de ser tomado en cuenta.