Medio: El País
Fecha de la publicación: martes 27 de febrero de 2024
Categoría: Representación Política
Subcategoría: Acoso y violencia política
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Luego de casi cinco horas de sesión en la Cámara de Diputados, no pudieron ni acordar el orden del día y a las 20:00 horas volvieron los enfrentamientos, primero verbales y después también algunos empujones. Para evitar que el conflicto se agrave, la directiva ordenó un cuarto intermedio. Mientras el oficialismo insiste en comenzar por el tratamiento de los proyectos de ley para la aprobación de créditos, los opositores y el ala "evista" exigen que antes se vote por el cese de los magistrados del Órgano Judicial.
Esta tarde se instaló la sesión luego de un cuarto intermedio dictado desde el jueves, cuando se produjo lo que se calificó como "un bochorno" por las peleas entre parlamentarios que derivaron incluso en certificados por días de impedimento y amenazas de procesos penales.
En ambas ocasiones el debate surge porque los arcistas aseguran que el convenio firmado por todas las bancadas establecía la aprobación de créditos antes de las leyes antriprórroga. La oposición argumenta que el reglamento de la Cámara establece que si un diputado propone cambiar el orden del día, se debe someter a votación, pero desde la presidencia de directiva se rehúsan a poner aquello a consideración.
Desde las bancadas opositoras han expresado que no aprobarán ningún crédito mientras no se evalúen las leyes 073 y 075 que disponen el cese de funciones de magistrados prorrogados y se suspenden los plazos procesales hasta la elección de nuevas autoridades judiciales.
Ante la negativa de votar por la modificación del orden del día, nuevamente se trasladó la discusión desde los curules hasta la testera de la directiva, que ordenó un cuarto intermedio mientras se evalúa una posible reunión entre jefes de bancada para acordar una solución.
Todo esto ocurre mientras en puertas de la Asamblea Legislativa algunos de los militantes de organizaciones afines al arcismo se crucificaron en las rejas como forma de protesta para exigir la aprobación de los créditos que pide el oficialismo.