Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: jueves 16 de agosto de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Democracia representativa
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Después de 1982, la restauración de la democracia boliviana —que en opinión de Pimentel no fue una conquista plena del pueblo boliviano, porque en realidad fue el resultado de “un acuerdo de la clase dominante” para luego ser gobierno con Hernán Siles Zuazo— tuvo una edificación inicial “imperfecta”.
“Eso se refleja con la renuncia de Siles Zuazo antes de cumplir su mandato, fue una decisión política que tomaron las clases dominantes, del MNR, de ADN con la complicidad del MIR, y en medio también estaba la Iglesia católica. Esa debilidad de Siles Zuazo hizo que las aspiraciones del pueblo boliviano, de tener un cogobierno con Siles, se postergue”, apuntó.
Con la decisión de Siles, señaló Pimentel, la democracia nacional ingresó a una etapa de “contubernios, de acuerdos, de pactos y alianzas”, relegando “la democracia que quería el pueblo boliviano: una democracia plena, total y que respete su voluntad”.
Ovando recordó el denominativo que se le dio a esa etapa en la historia nacional: democracia pactada. ¿Pero en qué consistía? En el presidencialismo parlamentarizado.
Luego de que se realizaban las elecciones presidenciales, las dos o tres fuerzas que lograron mayor respaldo llegaban a un acuerdo que se traducía en el Congreso Nacional, donde se elegía al presidente.
“Antes de obedecer a los intereses del pueblo, la votación en el Congreso respondía a los intereses de partidos políticos, por no decir a intereses personales de los representantes de los partidos políticos”, manifestó el extitular el TSE.
Entre los 18 frentes participantes en las elecciones generales de 1985 resultó primero el partido del exdictador Hugo Banzer Suárez (ADN); pero, en virtud del artículo 90 de la Constitución de entonces, fue elegido como presidente, en el Congreso, Víctor Paz Estenssoro.
En tanto que en 1989, si bien el MNR con Gonzalo Sánchez de Lozada logró el primer lugar, Jaime Paz Zamora —que salió tercero—, fruto del denominado Acuerdo Patriótico con ADN y cruzando los “ríos de sangre”, fue electo presidente en el Congreso.
En 1993 y 1997, al igual que en 2002, continuó esa lógica de las alianzas para la generación de gobernabilidad, que a la vez se traducía en distribución de cargos: ministerios, presidencias de las cámaras de Diputados y Senadores, prefecturas e incluso embajadas (ver infografía Distribución de cuotas de poder. Coalición de gobierno 2002-2007).
Ovando sostuvo que en esa primera etapa de la democracia “no tuvimos un gobierno con una legitimidad obtenida por el voto de la mayoría de la población”, porque “no hubo un solo presidente electo con más del 50%”.
Se rompe el paradigma
No hay duda de que la denominada Masacre de Octubre de 2003 dio su sentencia de muerte a la democracia pactada. Ello se reflejó en las elecciones de 2005, en las que el candidato del Movimiento Al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP), Evo Morales Ayma, ganó con mayoría absoluta de votos: 53,74%, con una diferencia de 25 puntos respecto al segundo.
Esta inédita mayoría le permitió acceder directamente a la presidencia, sin pasar por una segunda vuelta en el Congreso Nacional y conformar el Gobierno en solitario.
“En 2005 se rompió la carencia de legitimidad, ya no existe esa posibilidad de arribar a pactos inclusive oscuros que se realizaban anteriormente en el Congreso”, indicó Ovando.
En tanto que Pimentel señaló que si bien el de 2005 fue un paso importante para el MAS-IPSP, su consolidación real se dio luego de la promulgación de la Constitución, en las elecciones de 2009.
“En 2009, Evo Morales obtuvo una mayoría absoluta en Diputados y Senadores, y es a partir de eso, con la implementación de la nueva Constitución, que vimos una democracia plena, participativa, en la que el voto del pueblo se respeta y no se negocia”, afirmó el también exministro de Minería.
El 14 de agosto, Morales —que fue reelecto en 2014— se convirtió en el presidente con más tiempo continuo en la presidencia, con 4.587 días.
“La democracia se profundizó con la nueva CPE”
Con la promulgación de la Constitución Política del Estado en 2009, la democracia se profundizó y avanzó, afirmó el expresidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE) Wilfredo Ovando.
Señaló que con el nuevo marco normativo, redactado por primera vez en una Asamblea Constituyente, el pueblo ya no sólo participa en proceso electorales, sino que toma decisiones.
“La participación del pueblo no termina en el voto, el pueblo toma decisiones. El pueblo dicta leyes, dicta normas, y no sólo eso, pues también puede abrogar y derogar leyes vía referendo”, explicó.
Además, la CPE reconoce tres tipos de democracia: la directa y participativa, por medio del referendo, la iniciativa legislativa ciudadana, la revocatoria de mandato, la asamblea, el cabildo y la consulta previa; la representativa, por medio de la elección de representantes; y la comunitaria, a través de la elección, designación o nominación de autoridades y representantes por normas y procedimientos propios de las naciones y pueblos indígena originario campesinos.
Ovando destacó la recuperación de la democracia comunitaria, que sobrevivió a la Colonia y que logró, en la actualidad, convertirse en una realidad con la elección de los primeros autogobiernos indígenas (Charagua, Santa Cruz; Uru Chipaya, Oruro; y Raqaypampa, Cochabamba) a través de sus usos y costumbres.