A los bloqueos en las carreteras y las huelgas de hambre de parlamentarios, se le ha sumado un nuevo mecanismo de protesta: la crucifixión de masistas "radicales".

Esta vez, dirigentes y seguidores que se enfilan detrás de la figura de Evo Morales se han crucificado a la altura del Viaducto, en la avenida Blanco Galindo de la ciudad de Cochabamba.

Para su cometido han utilizado maderas, cuerdas y cadenas gruesas, elementos con los que hombres y mujeres se han mostrado en plena vía pública para exponer su insatisfacción ante la prórroga de los magistrados, aunque el Gobierno cree que el fondo de la cuestión en realidad obedecería a la insistencia en una nueva candidatura presidencial de Morales.

Lo cierto es que en la medida de protesta ha estado el dirigente Franco García, presidente del MAS de Cercado, quien ha aparecido con las muñecas rodeadas por cadenas.

También se ha sumado a la crucifixión José Luis Funes, el adulto mayor que en 2021 le lanzó un tomate a Manfred Reyes Villa y que luego fue golpeado por un grupo. 

El "evismo" cumple hoy su onceavo día de protestas en el país, en reclamo de Judiciales. Por su parte, el Gobierno denuncia un gran perjuicio en contra de la economía nacional. 

De momento, no hay luces de posible solución.