Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: lunes 13 de agosto de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
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El 3 de agosto del 2018, en sus acostumbrados tuits históricos, @evoespueblo escribió: “Como hoy, 1998, el exviceministro de Banzer y Tuto, y candidato a diputado de ADN, Iván Arias, escribió: ‘historia (de indios) está plagada de traiciones y traidores’”.
Dijo que los que destruían la CSUTCB “son indios”. Hoy, con igual racismo, me llama “vulgar chuteador de pandillas”. Los que le escriben los tuits al Presidente no se informan bien y le hacen meter la pata. Primero, el ensayo que escribí era de 1989 y se intitulaba Emergencia e interpelación india y hacía referencia a los debates al interior de los congresos de la CSUTCB y de la COB sobre la participación india en sus decisiones.
Los congresos de entonces pusieron en duda, por primera vez en la historia del movimiento sindical campesino y minero, a la incuestionable vanguardia obrera y plantearon la necesidad de incorporar las demandas y formas de organización de los pueblos indígenas/originarios, que no se declaraban ni consideraban campesinos, ni afilados a ningún sindicato.
En esos congreso, realizados en Oruro y Tarija, respectivamente, los colonizadores del Chapare, que se dedicaban al cultivo de la hoja de coca no participaban de las discusiones en las comisiones políticas, porque, a decir de ellos mismos, esos eran temas de los campesinos y no les interesaban pues, al ser ellos colonizadores, personas que habían dejado sus comunidades para buscar nuevos destinos en tierras tropicales, sus demandas eran muy concretas y nada políticas.
El entonces joven y orgulloso colonizador del Chapare, Evo Morales, no sonaba ni tronaba pues. Otros dirigentes colonizadores hicieron alianzas con los campesinos y obreros para que la defensa de la coca sea parte de las resoluciones de esos congresos.
Los colonizadores de entonces, formados por regiones, como Chapare, Caranavi, Alto Beni, Yucumo, Yapacani y San Julián hacían todos los esfuerzos por diferenciarse de los campesinos. Decían: No somos campesinos porque ya hemos dejado el campo, la pobreza, y ahora somos la nueva clase propietaria que construye su riqueza en base a su propio esfuerzo. Es de esta manera, que la presencia de estos sectores en los congresos campesinos y obreros, a través de la Confederación Sindical de Colonizadores de Bolivia, marcaba la diferencia con los campesinos.
Mientras estos últimos, especialmente los del Chapare, se trasladaban a los encuentros en cómodas flotas y se alojaban en hoteles de dos estrellas; los campesinos viajaban en camiones y se alojaban en sus sedes sindicales. Ellos comían en restaurantes; mientras que los campesinos hacían ollas comunes o iban a los mercados populares. Para los colonizadores ser campesino era parte de su pasado, al cual no pensaban retornar y soñaban con superar.
Es a este grupo social que Félix Cárdenas, entonces dirigente campesino de Oruro y hoy Viceministro de Descolonización, llamo “traidores de los indios en el seno de la CSUTCB y sostuvo que su accionar confirmaba que su historia estaba plagada de traiciones y traidores”.
Ya en los albores de los años 90, los campesinos al igual que los obreros, dejaban de ser los únicos actores interpelantes de la sociedad y del Estado. Emergían con fuerza los pueblos indígenas de tierras bajas y los que se denominaban originarios de tierras altas. Los indígenas rompían el paradigma hasta entonces posicionado de que en la sociedad boliviana sólo habían clases altas, medias, obreros y campesinos. Los indígenas de tierras bajas ya no sólo reclamaban tierras, sino territorios y ya no creían en el sindicato, sino en sus propias organizaciones, como ser la capitanía, el tenta o el cabildo.
De igual manera, pobladores de determinadas regiones del altiplano y de los valles señalaban que lo campesino los había cosificado en el sindicato occidental y que, contra eso, ellos mantenían sus propiasformas de organización, expresadas en la comunidad, el ayllu y la marca. De tierras bajas emergerá, en los noventa, lo que luego será la CIDOB, y de tierras altas el Conamaq. Para obreros, campesinos y colonizadores, la emergencia de estos pueblos era entendida como un retorno al pasado y un retroceso. Evo Morales, jamás entendió la problemática indígena, ya que junto a sus colonizadores del Chapare, se convirtió en los principales avasalladores y explotadores de los territorios y pueblos indígenas Yuqui, y Yuracare, que eran un obstáculo en su tarea de ganar tierras para su cultivo: la coca.
La aprobación de la Ley de Participación Popular fue el mayor instrumento de defensa de los pueblos indígenas y sus derechos. En la aplicación de esta ley estuve montón de veces en el trópico cochabambino, defendiendo a los Yuquis y Yuracares de los ataques de los colonizadores.
Por eso, mi respuesta a @evosespueblo fue así: “se ch'utea señor ch´'uteador. Lean, escribí La emergencia india/indígena en la CSUTCB, de esos indígenas/indios que usted despreciaba porque se sentía orgulloso de ser colonizador. Para Tomar el poder se apropió de la causa de losindígenas y luego, confirmando la historia, los traicionó”.
Y cerré mis tuiteadas con esto: “Presidente, esto no es sobre razas. De hecho, yo soy más negro que usted. Los de las razas es tu excusa para denigrar a gusto y para, así, tapar tu no respeto a la CPE y traición al voto del pueblo. Yo te respeto y respeto el voto del pueblo. Debes cumplir tu palabra y la CPE que juraste respetar”.
Iván Arias Durán es ciudadano de la República de Bolivia.