Milton Mauro Mamani Alonzo es un politólogo junior, como se describe, graduado de la Universidad San Simón de Cochabamba. Es el promotor de la iniciativa de revocatorio de mandato del presidente, Luis Arce, y del vicepresidente, David Choquehuanca.

“La democracia directa está enferma”, señala y compara el sistema de salud, en el que faltan ítems para médicos que atiendan a los pacientes, con la solicitud del revocatorio.

Esto porque, según su cálculo, necesita $us 236 mil para la impresión de 22 mil libros y la logística que implica hacerlos firmar en los nueve departamentos y obtener el 25% del padrón electoral; es decir 1.782.769 firmas y huellas para llevar a un referendo de revocatoria de mandato a las primeras autoridades del país.

En sus redes sociales puede verse la correspondencia que intercambió con el Tribunal Supremo Electoral sobre el tema económico; la institución le respondió lo mismo que el vocal Francisco Vargas manifestó en conferencia de prensa: Les corresponde a los impulsores de la solicitud correr con los gastos de impresión de libros y la logística para esa recolección.

Vargas también se refirió al plazo: los 90 días que otorga la norma vencen el próximo 7 de diciembre.

No es la primera vez que Mamani Alonzo inicia un proceso como este. En 2018 buscó revocar a un diputado y su suplente de la circunscripción en la que él vive. Por temas políticos, no prosperó, cuenta.

El impulsor de esta iniciativa lamenta que el TSE no difunda este proceso, que sea burocrático y que cometa “maltrato psicológico”.

Mamani Alonzo también es tiktoker y a través de esa plataforma invitó a Evo Morales que imprima los 22 mil libros y sea el primero en firmar, de manera de resolver pacíficamente sus diferencias con Arce. No ha tenido respuesta.

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Señala que irá a Santa Cruz y Cochabamba para ver si a sus ciudadanos les interesa esta iniciativa.

Cree que el TSE debería habilitar la modalidad biométrica para registrar las adhesiones a esta solicitud de referendo revocatorio, en vez de los libros, un gasto oneroso. Opina que así, el gasto se realizaría en las urnas y en la preparación de ese sufragio.

Mamani Alonzo señala que es muy difícil ser politólogo en Bolivia, a no ser que el profesional se alinee con algún partido político de turno. Pero eso no lo amilana, dice que vivirá en el país, que cree en Bolivia.

“(Para solucionar los problemas del país) Lo primero que se tiene que hacer es perder el miedo y después sustentarse con argumentos; hay formas de hacerlo. Si logramos perder el miedo, pues este país va a mejorar; nunca hay que perder la fe y la esperanza”, sostiene.

El impulsor del revocatorio de las primeras autoridades del país cuestiona la democracia representativa.

“La soberanía está en el artículo 7 (de la CPE); el ciudadano no se la cree que delega (la democracia), porque no se la cree que es titular (de la democracia). Como no se la cree que es titular, aprovechan esa desinformación, ese desconocimiento, la clase política, que nos representa, hace su agosto, hace su Carnaval. Entre ellos disimulan, pero nosotros somos los que pagamos los platos rotos de los errores”, manifiesta.

Mamani Alonzo nació en Carangas, Oruro; quedó huérfano a los cuatro años, por lo que después vivió en un hogar “durante la dictadura de Banzer”, donde aprendió disciplina y no le faltaron alimento y vestimenta.  Desde los nueve vivió en Puerto Suárez, donde estudió. Confesó que le tiene cariño a los cruceños.

A los jóvenes cruceños que impulsan el revocatorio del alcalde Jhonny Fernández, les aconsejó que recolecten las firmas y las huellas cuanto antes, pues teme que la burocracia del TSE termine boicoteando el proceso y el revocatorio o no se realice, o no cuente con la cantidad adecuada de votantes, que requiere la norma.

“Cruceños, hagan historia. Den línea política en democracia directa y sean soberanos populares. Si no lo hacen ellos, de repente los alteños, pero tiene que ha ver una lección para los políticos que hacen su abuso de las arcas del Estado, que son de todos”, manifiesta.