Medios Digitales

Otros tiempos, nuevas realidades

Medio: La Razón

Fecha de la publicación: domingo 12 de noviembre de 2023

Categoría: Debate sobre las democracias

Subcategoría: Democracia representativa

Dirección Web: Visitar Sitio Web

Lead

“Al otro lado también me parece que la idea de pensar que se puede debilitar al Gobierno a partir de una crítica permanente y excesiva sobre todo lo que hace, igualmente es incomprensible. Al final, la población lo que quiere es que les resuelvan los problemas y este es un gobierno del MAS. Y ahí estoy diciendo que los que votaron por el MAS hace tres años no lo hicieron sólo por Luis Arce, votaron por el conjunto de lo que representa el MAS. Si el MAS ahora se vuelve un factor de inestabilidad para el país, mucha gente va a empezar a preguntarse por qué diablos estoy con esta gente”, aseveróArmando Ortuño.


Contenido

El reelecto presidente de la Cámara de Senadores, Andrónico Rodríguez, jura a su cuarto mandato.

 / 12 de noviembre de 2023 / 06:15

Tres analistas discutieron el presente político del país en el programa Piedra, Papel y Tinta, de La Razón Plus.

Dibujo Libre

La reciente elección del senador Andrónico Rodríguez (MAS), como presidente de la Cámara Alta en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), levantó una polémica política y mediática en extremo ruidosa. Los dedos acusadores, de unos y otros, dentro y fuera del MAS, se elevaron por los aires y cada quien apuntó a sus adversarios con auténtico frenesí. En el país donde pasa de todo y no pasa nada, bastó el transcurso de pocas horas para que las indignaciones cedan y las aguas vuelvan al remanso.

Con todo, lo sucedido es un síntoma de que la política boliviana pasa por un momento muy diferente al que se vivió entre 2006 y 2019. El fraccionamiento es la nueva normalidad y así, sin pestañear, las viejas lógicas se desvanecen y dejar de tener sentido.

El pasado miércoles, en el programa Piedra, Papel y Tinta, de La Razón Plus, la directora de esta casa editorial, Claudia Benavente, conversó con los analistas Manuel Mercado, Diego Montaño y Armando Ortuño. Las tres visiones compartidas partieron justamente de una lectura desapasionada del proceso que se viene observando en la política nacional.

La coyuntura. El especialista en comunicación electoral, Manuel Mercado, sostuvo que “lo que estamos viendo es una implosión del sistema político partidario que hemos visto previo a 2020, donde todas las cosas estaban más o menos bien definidas, donde se sabía quién decidía. Por eso, en 2020 lo que hubo fue una fractura muy importante dentro de todo el sistema político que teníamos. Porque esa fractura y esa imprevisibilidad dentro del campo legislativo la vemos también en las organizaciones y movimientos sociales. Lo vemos también, y lo podemos evidenciar, incluso en los espacios estatales subnacionales. Es decir, todo el mundo está jugando a piedra libre, tratando de ubicar cuáles son las nuevas coordenadas sobre las que se va a manejar la política en el país”.

En su criterio, “de una u otra manera, el Órgano Legislativo ha retomado casi por sorpresa un rol y una importancia que no ha tenido en los últimos tres años. Tuvo un rol complejo, en algunos casos entorpecedor, pero no ha sido muy trascendental. Hoy pasa a ser trascendental, primero, por el tipo de normas y de leyes que se van a discutir, y segundo, por los acuerdos que van a tener que ser llevados adelante. Ya no por los jefes de bancada, por algunas mayorías construidas momentáneamente, sino a otro nivel donde los grandes factores y decisores del poder político estarán interviniendo directamente”.

El también comunicador, Diego Montaño, observó que “es impresionante cómo se ha mediatizado la elección de Andrónico Rodríguez. Aplicando la lógica de la aritmética, ¿qué pasó en diputados? El candidato del oficialismo, Israel Huaytari, fue votado por aclamación a la presidencia de la Cámara de Diputados después de un cuarto intermedio. Tuvo que haber un acuerdo con Comunidad Ciudadana y Creemos para que el candidato del gobierno pueda ser elegido y ni siquiera se considere la otra plancha, que encabezaba Freddy Mamani”.

Realismo. El economista y analista político, Armando Ortuño, señaló que “funcionamos muy en el corto plazo y nos olvidamos de cosas. Jerges Mercado fue elegido hace un año por votos de parte del MAS, Comunidad Ciudadana y una facción de Creemos. Nadie habló de una coalición perversa y ahí empezó el lío en el Legislativo. Al mismo tiempo, Andrónico Rodríguez fue elegido en consenso en una súper mega coalición arcista, evista, Comunidad Ciudadana y Creemos en el Senado”.

“Sigo dando hitos porque creo que es importante ver esto. La Ley del Censo, ¿con qué votos se hace? Se aprueba con votos del arcismo, Comunidad Ciudadana y Creemos. Los evistas no votaron. Tres meses después, la Ley del Oro pasa con votos de arcistas y algunos evistas. Y así podemos hacer todo el récord de los últimos 12 meses y nos damos cuenta una realidad fáctica: hemos entrado en un esquema en que, por el fraccionamiento interno de todos los partidos, para avanzar -desde armar directivas hasta aprobar una ley- se tiene que encontrar acuerdos. Nadie tiene los números para lograr cosas por sí solo”, afirmó Ortuño. Añadió que “más bien, el problema que tenemos ahora de gobernabilidad en el país tiene que ver con el hecho que tenemos que acostumbrarnos a construir esas coaliciones ad hoc”.

Por su parte, Mercado aseveró que “todavía no estamos terminando de asimilar y procesar todos los cambios que se han dado en 2020. Hubo cosas muy importantes que cambiaron, no solamente el modelo decisional, al que hacía referencia Fernando Mayorga en su libro, ha cambiado la correlación interna de fuerzas dentro del bloque nacional popular. Han surgido nuevos actores. El Alto hoy le está disputando la primacía dentro del bloque al Chapare. El pacto de unidad ha retomado mucha fuerza en 2020 en desmedro de un modelo que incorporaba a la Coordinadora Nacional para el Cambio (Conalcam) como una correa de transmisión entre el Estado y las decisiones de Evo Morales y los sectores y organizaciones sociales”.

“Definitivamente, tenemos que tener por lo menos la esperanza de que todo el mundo ahora está obligado a negociar. No necesariamente a pactar, pero sí a negociar y eso es un cambio sustancial con el periodo anterior a 2020, donde la unidad se construía en base a la obediencia”, sentenció el especialista en comunicación electoral.

Desafíos. Diego Montaño hizo notar que existen acciones urgentes a emprender en la ALP. “No se ha definido qué va a pasar con las elecciones judiciales. Estamos que a 45 días que acabe el mandato en las autoridades del Tribunal Constitucional Plurinacional y todo el Órgano Judicial. No hay una clara salida que no pase por vulnerar la Constitución. No se ha elegido contralor general del Estado, pese a que hay una conminatoria. Viene el censo en marzo, la redistribución de escaños y por ende también de recursos económicos el siguiente año. Vienen las primarias. Con todo lo que se está arrastrando del 2023, tenemos un 2024 en el que la Asamblea Legislativa Plurinacional, sin duda alguna, va a estar en el ojo de la tormenta y está un Ejecutivo que parece que se está autoaislando”, afirmó.

Ortuño criticó el desempeño de los actores políticos. “Encuentro estrategias absolutamente incomprensibles a esta altura del partido. Para empezar, del Gobierno, porque cuando se tiene un escenario de un gobierno dividido, con diferentes bancadas y sin mayoría en ninguna de las dos Cámaras, donde por lo tanto se tiene que ir construyendo mayorías ad hoc, caso por caso, no parece comprensible dedicarse a polarizar. Más bien, al contrario de construir puentes de conversación con las diferentes fracciones que hay ahí, se dediquen a construir imágenes desestabilización. Es decir, el riesgo de eso es que al final se queden solos 7 entre 33 senadores o 45 entre 130 diputados. Aquí ya no es un problema ni siquiera político, es aritmético. A fuerza de romper los puentes, de quemar las relaciones, ¿se quejan de que hay desestabilización y que puede haber problemas en la legislación? Me parece incomprensible la estrategia y no veo a dónde lleva. Tal vez a quejarse, a victimizarse, pero yo no veo en eso una solución al problema de fondo que tiene el Gobierno”.

“Al otro lado también me parece que la idea de pensar que se puede debilitar al Gobierno a partir de una crítica permanente y excesiva sobre todo lo que hace, igualmente es incomprensible. Al final, la población lo que quiere es que les resuelvan los problemas y este es un gobierno del MAS. Y ahí estoy diciendo que los que votaron por el MAS hace tres años no lo hicieron sólo por Luis Arce, votaron por el conjunto de lo que representa el MAS. Si el MAS ahora se vuelve un factor de inestabilidad para el país, mucha gente va a empezar a preguntarse por qué diablos estoy con esta gente”, aseveró.

 (*)Pablo Deheza es editor de Animal Político