Según el presupuesto de las nueve asambleas departamentales del país para la presente gestión, queda en evidencia que la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija (ALDT) es la tercera más cara del país, con un presupuesto de 19.937.743 bolivianos. Más adelante se encuentra la Asamblea de Potosí, que tiene un presupuesto de 20.715.200; mientras que el primer lugar lo ocupa la Asamblea de Santa Cruz, con 25.639.226 bolivianos.

Más abajo se encuentran las asambleas de La Paz con 17,6 millones; Cochabamba con 10,9 millones; Chuquisaca con 10,4 millones; Oruro con 9,6 millones; Beni con 8,3 millones; y Pando con 6,2 millones de bolivianos.

Este análisis ha sido realizado por la bancada de Unidos, a tiempo de justificar el proyecto de ley en el que plantea reducir el número de asambleístas departamentales, además de pedir a la actual directiva legislativa ajustar su presupuesto acorde a la nueva realidad económica de Tarija.

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Esta información ha sido presentada por el asambleísta Luis Lema al pleno legislativo en la sesión realizada el pasado 13 de octubre, quien en la oportunidad reveló que la Asamblea tarijeña es la quinta más numerosa del país. En primer lugar se encuentra La Paz con 45; Cochabamba con 34; Oruro 33; Potosí 32; Tarija 30; Beni y Santa Cruz con 28; Chuquisaca y Pando con 21 asambleístas.

Lema en su análisis hizo énfasis, que si se considera el número de población, número de provincias y extensión territorial, la Asamblea de Tarija se convierte en una de la más cara del país. Haciendo la comparación per cápita, a cada habitante le significa 33 bolivianos de costo para mantener en funcionamiento la ALDT.

“Por ejemplo, la Asamblea de Cochabamba, que tiene 16 provincias, más de 2 millones de habitantes y en esta gestión está con un presupuesto de 10.800.000 bolivianos y tiene 34 asambleístas. Nosotros estamos con cerca de 20 millones de bolivianos de presupuesto, y para el 2024 tenemos un nuevo presupuesto de 17 millones de bolivianos, para que veamos que no estamos bien. En La Paz tiene 3 millones de habitantes, 20 provincias y su presupuesto es de 17 millones”, argumentó.

Estatuto Modificar el Estatuto Autonómico, paso obligatorio para reducir el número de asambleístas, podría costar entre 7 y 9 millones de bolivianos

Frente a este contexto, Lema propuso al presidente de la ALDT, Alan Barca, enviar a un par de funcionarios administrativos a Cochabamba, para que conozcan el funcionamiento del ente legislativo y puedan replicar esos ajustes en la Asamblea de Tarija.

El legislador mencionó que haciendo una comparación entre el techo presupuestario de cada gobernación y el presupuesto de sus asambleas legislativas departamentales, Tarija se encuentra como la segunda asamblea que mayor porcentaje de participación tiene en su POA departamental. Es decir, que la ALDT absorbe el 2.84% del presupuesto del Gobierno Departamental de Tarija.

Lema señaló que si se logra disminuir el número de asambleístas, de 30 a 16, más la anulación del pago de dietas a los asambleístas suplentes, la reducción de 14 asesores personales y otros gastos y beneficios que recibe todo este personal; así como el gasto administrativo de funcionamiento, se calcula un ahorro de al menos 9 millones de bolivianos, lo que representa un 45% menos al presupuesto que se tiene actualmente.

Considerando que la reducción de asambleístas departamentales pasa también por la modificación parcial del Estatuto Autonómico de Tarija, Lema calculó que un proceso de esta magnitud le puede significar entre 7 a 9 millones de bolivianos al departamento.

La ALDT cerrará el 2023 con déficit

El asambleísta departamental por el MAS, José Yucra, reconoció que la ADLT atraviesa por un difícil momento económico y que se requieren efectuar algunos ajustes. Argumentó que, según ha podido tomar conocimiento, en la presente gestión se va a cerrar con un desfase económico de 2,7 millones de bolivianos.

Yucra lamentó que cuando Unidos estuvo al mando de la Asamblea no se hayan ejecutado los ajustes administrativos, atribuyéndoles responsabilidad. Y cuestionó que ahora pretendan mostrarse como los salvadores de esta situación económica.