Medio: Asuntos Centrales
Fecha de la publicación: martes 17 de octubre de 2023
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Asambleas, cabildos y congresos
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A pocas horas del Cabildo del arcismo en El Alto sube la tensión por los hechos de violencia, un cruce de acusaciones y más de 20 heridos en los bloqueos en el Chapare, que profundizan las fracturas en el Movimiento Al Socialismo (MAS).
En el trópico de Cochabamba sectores identificados como “evistas” han instalado bloqueos, que derivaron en enfrentamientos, en la ruta troncal que une a los departamentos de Santa Cruz con Cochabamba, que -según el Gobierno- han dejado 23 heridos y dos personas retenidas que luego fueron liberadas.
El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, y de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, Édgar Montaño, apuntaron al líder del MAS, Evo Morales, como el responsable de estas acciones.
Los puntos de bloqueo instalados en el trópico de Cochabamba, bastión de Morales, impidieron el tránsito del transporte, entre ellos los buses que trasladaban a los militantes del partido azul que respaldan al presidente Luis Arce, quien confirmó su presencia en el cabildo.
Hace dos semanas, los seguidores de Morales instalaron un congreso partidario en el que fue elegido como “candidato único” del MAS, lo que avivó las discrepancias en sus filas cuando aún faltan dos años para los comicios.
La cúpula del Pacto de Unidad “arcista” y la Central Obrera Boliviana (COB) denunciaron que las delegaciones que viajan desde Santa Cruz hasta El Alto fueron “emboscadas” por grupos violentos para evitar su paso en un supuesto intento de “sabotaje” del encuentro.
“Tenemos hermanas golpeadas y pateadas, tenemos hermanos desaparecidos, tenemos niños ahí”, denunció la dirigente de las mujeres campesinas Bartolina Sisa de Santa Cruz, Felipa Montenegro, quien había identificado irregularidades en el congreso.
En ese marco, anunció que acudirá a instancias internacionales para “denunciar a Evo Morales si pasa algo con mis hermanas y hermanos que vienen al cabildo”.
Minutos después, el ministro Del Castillo fue más allá y denunció no solo las agresiones contra las delegaciones, sino además el “secuestro” de dos personas, que luego fueron liberadas, según misma versión.
Como descargo, horas antes, el expresidente Morales usó sus cuentas de redes sociales para desvirtuar las acusaciones.
“Las falsas acusaciones del Gobierno demuestran que están preparando autoatentados para conseguir alguna legitimidad para el cabildo de Jallalla, UCS, NFR, BST y otros partidos políticos adversarios del MAS-IPSP. Repito nuevamente que nuestra militancia no caerá en provocaciones de la derecha”, escribió el líder del MAS.
En su criterio, el cabildo es “organizado” por el Gobierno para “atacar” al congreso del MAS.
Del Castillo salió al frente y rechazó las versiones del supuesto autoatentado lanzado por Morales y afirmó que “todo el pueblo boliviano sabe quién está dirigiendo estos bloqueos, este amedrentamiento al pueblo boliviano”.
En ese marco, señaló que este tipo de acciones “está siendo digitada por una exautoridad de nuestro país” y “por la angurria de poder de una sola persona”.
“¿Es posible que alguien realice un autoatentado para favorecer al Gobierno en el trópico cochabambino? La respuesta es no”, dijo.
Controles
La Policía desplegó desde la tarde de este lunes agentes antidisturbios y de Inteligencia para frenar o prevenir hechos de violencia, informó Unitel.
Mientras las delegaciones siguen llegando a la Ceja del El Alto, el MAS se adentra en una nueva pulseta con matices electorales entre dos facciones: “arcistas” y “evistas”.
Sin embargo, los organizadores del cabildo han descartado que el encuentro se aborde el tema de las candidaturas, aunque prevén replantear el destino del instrumento político que dio lugar al MAS.