La pelea es para saber quién es el “verdadero” dueño del MAS y del Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (IPSP). El presidente Luis Arce se alineó ayer, según dijo, con las organizaciones sociales “excluidas” de la convocatoria de la dirección política del MAS, el partido que aún lo cobija, y respaldó el cabildo del próximo 17 de octubre en El Alto. 

La declaración del mandatario tuvo lugar en La Paz, en el contexto de un “ampliado de emergencia” de la Confederación de Comunidades Interculturales, mientras en el trópico de Cochabamba, Evo Morales instalaba el congreso de su partido con la intención de fijar la ruta para volver al poder en 2025, tras las elecciones generales de ese año.

Arce aseguró que ese congreso convocado por la dirección del MAS consumó “un atropello” a las organizaciones sociales que sustentan al partido. Señaló que se redujo la acreditación a solo cinco delegados por organización, cuando en 2016, el año en el que se hizo el anterior congreso, cada sector tuvo 200 acreditados. 

“La convocatoria a este congreso de emergencia, forzoso es apenas de cinco representantes para los Interculturales, cinco representantes para la Csutcb (Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia) y cinco para nuestras hermanas Bartolinas, eso es un atropello a las organizaciones sociales que hoy están siendo despojadas de su propio instrumento político”, sostuvo ayer el mandatario.

Las tres organizaciones mencionadas por Arce son las entidades matrices del MAS, de acuerdo con el estatuto del partido. Evo Morales afirmó que participan en el evento 1.500 delegados de todo el país y calificó el encuentro como el “más grande” de la historia del país. Eso sí, el lunes admitió que la convocatoria estipuló esos cinco representantes para cada una de las entidades llamadas “fundacionales del instrumento”.

“Las organizaciones nacionales tienen cinco delegados titulares con una resolución aprobada en ampliados. Por circunscripción, provincia y sección municipal, participan los delegados de cualquier sector social”, respondió el expresidente ante las críticas de los sectores sociales que se declararon “excluidos”, días antes del inicio de las deliberaciones.

“Hay un irrespeto a nuestras organizaciones. Hoy tenemos un congreso que no refleja la composición del MAS-IPSP que son nuestras organizaciones” dijo Arce y reveló que otros sectores como la Central Obrera Boliviana (COB) y las Bartolinas celebrarán reuniones de emergencia para fijar una postura frente al partido.

En ese contexto, anticipó que el 17 de octubre las organizaciones sociales del llamado Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (IPSP) y del Pacto de Unidad asumirán una determinación sobre su futuro político tras una movilización que tendrá lugar en El Alto.

 “De ese ampliado saldrán resoluciones importantes que serán dadas a conocer en el gran cabildo, en el marco del respeto y madurez política que siempre ha caracterizado a las organizaciones sociales”, anticipó el mandatario en La Paz.

Arce luego viajó a Santa Cruz para participar del aniversario 41 de la Central de Pueblos Indígenas del Oriente-Chaco y Amazonía de Bolivia (Cidob) donde inauguró la Radio Cidob FM 94.6. Allí prometió “más trabajo” en favor de este sector que descartó asistir a Lauca Ñ.

“El destino del instrumento político se va a decidir el 17 y será un solo camino, no queremos enfrentamientos entre vecinos ni campesinos y aquí, nadie se va a adueñar y es posible que en la próxima gestión vamos a decidir quién va a ser candidato. Ningún carajito va a autonombrarse, en este caso. Las organizaciones se van a hacer respetar y vamos a catar a esa decisión”, advirtió ayer el diputado Israel Huaytari de la facción 'arcista' del MAS.

Una postura similar asumió el lunes la senadora Virginia Velasco, quien dijo que “el cabildo va a definir el proyecto político de las organizaciones sociales, sin que nadie más se adueñe de ellas”.

La fecha de esta concentración es emblemática porque coincide con los 20 años de la llamada Guerra del Gas, cuando se produjo la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada tras una crisis social que estalló por el rechazo a la exportación del gas a Estados Unidos y la demanda de la nacionalización de los hidrocarburos. 

En la inauguración del congreso, Morales dijo cumplió con la legalidad, “pero también con la legitimidad convocando al Pacto de Unidad”. Hizo un recuento de vidas perdidas humanas durante las crisis de principios de siglo, pero también de la crisis de 2019.

El expresidente dijo que esperaba que Luis Arce ni el vicepresidente David Choquehuanca “vayan a gasificar” el congreso, esto en alusión a los sucesos de agosto cuando se eligió a la nueva directiva de la Csutcb. Además, el congreso se instaló tras una retahíla de denuncias de “sabotaje” contra el Gobierno de Arce.

El senador Leonardo Loza, uno de los más próximos a Morales, dijo que la guardia sindical detectó a un grupo de personas que estaba con cartuchos de dinamita. Los infractores no fueron presentados ni la Policía intervino en este hecho porque Lauca Ñ está bajo la vigilancia de al menos 5.000 personas que custodian los cuatro puntos cardinales del pueblo que está en el trópico.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) envió sus delegados y con ello avaló el evento, aunque esto reveló tensiones en esta entidad.