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MÁS división, menos multiplicación (de votos) - Omar Velasco Portillo

Medio: La Razón

Fecha de la publicación: domingo 27 de agosto de 2023

Categoría: Organizaciones Políticas

Subcategoría: Democracia interna y divergencias

Dirección Web: Visitar Sitio Web

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A más división, la posibilidad de multiplicar votos se reduce. El MASIPSP tiene la difícil tarea de resolver en pocos meses sus diferencias internas, redefinir sus estructuras de decisión, (LA RAZÓN, 26 de marzo 2023) y transitar a convertirse en un partido político más maduro. Las elecciones primarias de 2024 serán el escenario político para resolver esos problemas o para ahondarlos.


Contenido

 / 27 de agosto de 2023 / 06:59

El conflicto interno en el partido de gobierno desgasta e inviabiliza a las dos facciones en pugna.

Dibujo Libre

El Movimiento al Socialismo – Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP) es la fuerza política más importante de la historia de Bolivia. Desde su fundación, ganó cinco elecciones nacionales de forma consecutiva los años 2005, 2010, 2014, 2019 y 2020. Todas, a excepción de 2019, con más del 51% de los votos. Desde 2006, a la fecha obtuvo el control de la mayoría simple en la asamblea e incluso con dos tercios durante los periodos legislativos 2010 al 2019. A la fecha, es el único partido con presencia política y electoral en todo el territorio nacional y con el mayor número de militantes inscritos.

Sin embargo, a poco más de cumplir 28 años de vida política, el MASIPSP atraviesa su peor crisis orgánica. Las rupturas en su interior comenzaron en 2021 y se hicieron más evidentes en 2023. La decisión de quién será el próximo candidato por el MAS-IPSP generó diferencias entre los liderazgos políticos, sindicales y gubernamentales que, comenzaron a permear sobre la base social con el riesgo de fracturar al bloque popular y la continuidad del “Proceso de Cambio”, como es denominado.

Las tensiones en el MAS-IPSP aparecieron ante la opinión pública a finales de 2021 cuando los militantes afines al expresidente Evo Morales recomendaron hacer cambios en su gabinete, algo que Luis Arce no accedió y luego de una reunión en febrero de 2022 en instalaciones de la CSUTCB y el Pacto de Unidad, se ratificó la permanencia de los ministros de Estado.

Las diferencias comenzaron a ser más marcadas en la asamblea. La ruptura formal de la bancada del MAS-IPSP es posible que se diera luego de la elección de Jerges Mercado como presidente de la cámara de diputados. Para entonces el MAS-IPSP ya contaba con dos bancadas separadas, los seguidores de Evo Morales conocidos ahora como “los radicales” o “evistas” y la facción de seguidores de Luis Arce denominados como “los renovadores” o “luchistas”. Ambas alas lanzaron acusaciones mutuas de pactar con “la derecha” -como es tildada por esta organización política a su oposición- en situaciones como la aprobación del cambio de la fecha del Censo o cuando se censuró al ministro Eduardo del Castillo.

Se han vertido denuncias mutuas de confabulación, por un lado, de un plan de “desestabilización” a la gestión de Luis Arce y otro que pretende desprestigiar a Evo Morales, incriminarlo e impedir su candidatura denominado “plan negro”. El último pronunciamiento conjunto de unidad entre Evo Morales y Luis Arce se dio en una reunión de coordinación en Cochabamba en julio de 2022. Ambos líderes del partido proclamaron al unísono la unidad del instrumento. En sus últimas apariciones conjuntas, como durante el aniversario del MAS-IPSP, ya se advertía las tensiones internas. Los abiertos ataques públicos de seguidores de Luis Arce en contra de Evo Morales y viceversa contrarrestados avivaron las tensiones y los medios de comunicación se encargaron en amplificarlas.

Fruto de esa polarización a nivel de las élites políticas, las rencillas internas también se fueron incrustando en la propia militancia. Son varios los congresos y ampliados que se llevaron para la elección de representantes regionales que terminaron en disturbios, peleas y hasta enfrentamientos físicos a “silletazos”. Los pedidos de expulsiones son otra manifestación de esta pugna. Pero, la expresión más profunda y reciente de esta pelea es la conformación de directivas paralelas en las organizaciones sociales como los interculturales y la CSUTCB que son parte del núcleo orgánico del MAS-IPSP en días recientes.

En este nuevo escenario político surgen varias interrogantes: ¿el movimiento indígena originario campesino está completamente fracturado? ¿es esta fractura irreversible o no? y ¿cuáles serían las consecuencias políticas si así lo fuera?

A lo largo de su historia, el MAS – IPSP tuvo diferentes contiendas internas entre sus militantes que derivaron en disidencias, expulsiones o marginamientos, sin embargo, el movimiento popular mantuvo siempre su unidad. La identidad étnica y cultural podría ser el único factor que logre reconciliar ambas facciones.

Sobre la posibilidad que esta circunstancial división sea inevitable, existen otras señales contrarias que sugieren que la fractura no es irreversible. Algunos actos políticos de unidad como el consenso para la aprobación de la Ley N°1503 de compra de oro, la aprobación del PGE 2023 o la aprobación de desembolsos externos son muestra de su factibilidad. La ALP podría ser un espacio de negociación y concertación, aunque no el único. A pesar de los intereses contrapuestos, existen otros intereses comunes, El ex presidente Alvaro García Linera expuso hace unas semanas en Aby Yala esta encrucijada. Tanto Evo Morales como Luis Arce necesitan que la economía se mantenga estable para tener aspiraciones electorales. Luis Arce necesita además gobernabilidad para terminar su gestión de la mejor manera posible. Evo Morales necesita que la actual gestión de gobierno sea próspera porque su deterioro podría afectar a la imagen del partido.

A partir del análisis de teoría de juego desarrollada por (Nash, 1951) y sus sucesores se especula los distintos escenarios políticos a los cuales podría conducir esta disputa. Asumiendo que la supremacía del MASIPSP de las últimas elecciones se repite y la rivalidad interna entre luchistas y evistas no llega a fracturar al bloque popular, el ganador de las próximas elecciones nacionales se define en las primarias internas del MASIPSP. Las estrategias de los candidatos -que se supone son Evo Morales y Luis Arce- son conciliar o atacar. Si ambos acuerdan conciliar, el candidato perdedor de las primarias deberá apoyar al vencedor para alcanzar mayoría en primera vuelta, con independencia de las estrategias de la oposición (si van unidos o no). Si un candidato decide atacar y el otro conciliar, ganará el candidato menos conciliador pero su votación no sería suficiente para ganar las elecciones nacionales en primera vuelta. Por lo cual, la posibilidad de ser electo presidente dependería de la capacidad de unidad de los opositores al MAS-IPSP. De no haber una oposición unificada, ganaría el candidato victorioso del MAS-IPSP en las primarias, aunque con el riesgo de una segunda vuelta. Finalmente, si ambos candidatos deciden atacarse mutuamente, el resultado del juego electoral podría parecerse al dilema del prisionero.

El dilema del prisionero es una situación en la cual dos presos deciden si delatar o no a su compañero, a cambio de obtener una pena mínima. Si lo hacen ambos a la vez reciben el mismo castigo que, es mayor si uno sólo delata. La mejor situación para ellos es cuando ambos deciden cooperar y ninguno se delata. En la situación electoral del MAS-IPSP, la posibilidad de que ambos candidatos obtén por atacarse no sólo pone en riesgo la candidatura de su rival sino la propia. Si se llegara a consumar una guerra por la candidatura del MAS-IPSP, terminaría perjudicando a ambas facciones, llevando a una inevitable derrota electoral incluso en primera vuelta, sin la necesidad de unidad entre opositores, resultado coincidente con lo que presiente García Linera.

A más división, la posibilidad de multiplicar votos se reduce. El MASIPSP tiene la difícil tarea de resolver en pocos meses sus diferencias internas, redefinir sus estructuras de decisión, (LA RAZÓN, 26 de marzo 2023) y transitar a convertirse en un partido político más maduro. Las elecciones primarias de 2024 serán el escenario político para resolver esos problemas o para ahondarlos.

 (*)Omar Velasco Portillo es economista