Estamos en horas oscuras; Bolivia está peor que nunca, tanto en lo económico como en lo político. Antes ser político era sinónimo de ser idealista, apasionado, patriota y tener una buena oratoria, hoy ser político es ser corrupto, vago, oportunista e ignorante. Es verdad que aún hay ciertos políticos con buenas ideas y voluntad, empero estos son muy pocos. Es evidente que ante esta situación de mediocridad política, el MAS siempre ha ganado de manera absoluta las elecciones; esto se hace aún más fuerte viendo a la oposición que cada gestión es más mediocre y “desubicada”. Por una parte, tenemos a Creemos que, pese a tener buenas “ideas” económicas es un partido de corte regional y no nacional, por otra, a Comunidad Ciudadana que es una alianza que cuenta con algunos legisladores de calidad, pero la gran mayoría responde a una línea socialdemócrata.
La socialdemocracia es el “peor cáncer” en la política y más para un país subdesarrollado como el nuestro. Esta es una ideología europea, no debe tener cabida aquí, como bolivianos debemos seguir el camino que mejor nos convenga, no uno impuesto, ni uno que responda a necesidades externas. La socialdemocracia es también responsable de incrementos de impuestos de forma excesiva, de promover la vulgar ideología de género, fomentar la falta de orden y, sobre todo, de oponerse al sentimiento nacionalista y de ambición geopolítica.
Yo sueño con un país grande, un país unido y, sobre todo, un país que tenga grandes ambiciones geopolíticas y económicas. Sueño con que Bolivia sea algún día una potencia regional y que nuestros vecinos nos vean con admiración. Sueño que el sentimiento nacionalista boliviano sea ferviente y que esto genere que cada boliviano se sienta orgulloso de su nación. Dejémonos de “la soberanía de los pueblos” y pensemos por una vez que, con orden y crecimiento económico, nuestro país puede pasar a tener una influencia significativa en la región e incluso el mundo.
Como dije previamente, la socialdemocracia es lo peor para nuestro país, se ocupa de responder a necesidades irrelevantes y genera falta de ambición nacional. Hasta el fiasco llamado “socialismo del Siglo XXI” tiene más coherencia en término de respuesta a necesidades nacionales que la socialdemocracia. Un buen ejemplo para ver qué tan desubicados están los socialdemócratas son las leyes que proponen; éstas son de desinterés nacional y sumado esto son vulgares y fuera de lugar. La senadora Andrea Barrientos propuso recientemente la legalización del cannabis para uso medicinal alegando que esta industria puede ser lucrativa y que dicha política ha sido adoptada en muchos países. Bolivia se cae a pedazos económica y políticamente, y esta senadora quiere legalizar el cannabis, me parece un insulto al país y a su gente proponer estas cosas. Bolivia está en una situación muy delicada y hay legisladores que se ocupan de semejante vulgaridad.
Nunca podremos pensar en grande ni contar con un espíritu nacional envidiables mientras legisladores de esta clase estén presentes en la nación. Barrientos afirmó que la industria de cannabis es muy lucrativa y dio el ejemplo de Canadá. Senadora, sin sonar torpe, si se quiere lucrar con el uso de alucinógenos, la mina de oro está en el trópico de Cochabamba y en ciertos casos también se “puede usar de forma medicinal”. Bolivia merece mejores legisladores, que sí respondan a las necesidades de nuestro país y sobre todo que propongan cosas coherentes, no “estupideces”. Nuestro país será grande el día que los legisladores piensen así y no se ocupen de temas extravagantes e irrelevantes. Es hora para que en Bolivia surjan verdaderos políticos, con directrices bien establecidas, amor a su Patria y sobre todo con ambición geopolítica.