El MAS hace 18 años, con el discurso de 32 naciones indígenas se encaramó en el poder y con ese discurso construyó el Estado Plurinacional, dividió a la población entre indígenas y no indígenas y se olvidó de la nación boliviana, argumentó.
El Censo del 2012 identificó 6 millones de personas que se identificaron como no indígenas, bolivianos, pero existen además 2 millones de quechuas, 1.7 millones de aymaras, 100 mil chiquitanos, 80 mil guaraníes y los 32 pueblos indígenas suman 270 mil personas.
Todo ellos construyen una nueva identidad, el MAS ha negado eso, consideramos que llegó el momento de dejar el Estado Plurinacional y retomar la conducción de la Patria, en base a un vigoroso nacionalismo intercultural, somos una nación intercultural, sostuvo.
Con el Estado Plurinacional el modelo económico del MAS, social comunitario productivo está agotado, ya no resuelve los problemas del país y no se necesita se necesitan muchos argumentos para demostrar que estamos en plena crisis, siguió.
“No hay dólares, los precios suben, hay déficit fiscal”, afirmó al añadir que debe sustituirse el modelo agotado con otro de libre mercado. Bolivia vive una transición del modelo masista que se cierra a otro por definirse. El Estado necesita controlar cuatro áreas.
Estas cuatro áreas estratégicas son energía, hidrocarburos, telecomunicaciones y recursos naturales, especialmente el litio, que parece ser la esperanza del nuevo período del país, agregó al recordar que Bolivia se declaró autonomista, pero los gobiernos de Evo Morales y Luis Arce, burlaron su propia Constitución.
EL APUNTE
O autonomías
o federalismo

De acuerdo a AL-BUS, llegó el momento de desechar junto con el Estado plurinacional, el modelo económico masista y la administración ultracentralista, para optar por una de dos vías, o se implantan las autonomías territoriales o se adopta el modelo federal.
Debe quedar claro que el Estado centralista se agotó y no va más, esto debe definirse en una nueva Asamblea Constituyente, no es posible de otra manera, la mayoría de la Asamblea debe decidir por la autonomía real o el federalismo, planteó.
El otro eje de esta organización es la lucha real contra la corrupción, que en lugar de erradicar, el MAS lo empeoró, pese a su discurso de lucha contra este mal.