Medio: Opinión
Fecha de la publicación: jueves 24 de agosto de 2023
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Democracia interna y divergencias
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La Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSTUCB) se ha convertido en la nueva manzana de la discordia entre ‘arcistas’ y ‘evistas’. Mientras el ejecutivo saliente de la organización, Eber Rojas, entregaba las llaves de la sede al dirigente afín al Gobierno de turno Lucio Quispe, distintos miembros del lado de Evo Morales rechazaron su elección, anunciando bloqueos y otras medidas.
Entre gritos de unidad y protestas, Quispe tomó posesión de la oficina asignada a su cargo ayer. Al momento de entregar la documentación, Rojas indicó que lo reconoce como la única cabeza, elegida legítima y legalmente.
Tras ser posesionado, el flamante dirigente campesino evitó referirse a la dirigencia paralela de Ponciano Santos, que ahora está convulsionada.
A tiempo de exigir la entrega de la sede de Miraflores, La Paz, el grupo afín a Evo Morales se declaró en estado de emergencia, advirtiendo que, de no ser cumplida su petición, comenzarán a instalar puntos de bloqueo en todo el país.
Por otro lado, la Red Uno difundió que la dirigencia del Movimiento Al Socialismo (MAS) en Tarija se pronunció contra el Gobierno de Luis Arce Catacora, calificándolo de “dictadura” y comparándolo con el periodo de Jeanine Áñez.
"Por los abusos de la Policía y la persecución política, estamos oficialmente en dictadura como el 2019", manifestó Carlos Acosta, presidente departamental de la organización política.
El representante también expresó su apoyo a Morales, advirtiendo que abogados del departamento de Tarija "sumarán mil” a nivel nacional para defender al ex presidente ante las denuncias anunciadas por el ministro de Justicia, Iván Lima.