Medio: El Deber
Fecha de la publicación: lunes 21 de agosto de 2023
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Democracia interna y divergencias
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La ironía popular dice que los precios de las sillas de plástico están al alza porque se han convertido en objetos muy utilizados en los congresos del MAS y sus movimientos afines. Se lanzaron al aire en Potosí, en Santa Cruz, en La Paz y en otras regiones del país cuando se trató de renovar directivas departamentales y sindicales. Alguna vez, hace muchos años, un militante del MNR decía que ese tipo de peleas son síntoma de que los partidos están vivos. Claro, se trata de pugnas de poder que no miden consecuencias. En esta ocasión rompieron todos los récords conocidos: 450 personas heridas y algunas con armas punzocortantes. No deja de impactar lo que fueron capaces de hacer por un cargo y es porque quien mande en cada entidad, tendrá peso para decidir el futuro de este partido político en su reunión nacional de octubre.
Evo Morales vs. Lucho Arce será la madre de las batallas. ¿Quién de los dos será el candidato del MAS en las elecciones de 2025? El estatuto del MAS dice que Evo es jefe nacional vitalicio, pero nada es definitivo; se trata de “meterle nomás y los abogados después arreglan”. Pero los sectores pugnan por más que un liderazgo nacional, pugnan por el poder que les da un cargo para dar avales en el sector público, para recibir asignaciones económicas para congresos y representación en otros países y también por si cae una o más vagonetas último modelo para sus organizaciones de parte del Gobierno.
Lo cierto es que son penosas las imágenes. Ha sido oportuna la intervención de la Policía y también es cuestionable que el viceministro salga a dar explicaciones y justificar. El Estado está para garantizar la paz social y dar seguridad.