Fuente: Unitel

Para la analista Susana Bejarano, la decisión de restituir a Eduardo Del Castillo como titular del Ministerio de Gobierno representa la “concreción de la ruptura” del Movimiento Al Socialismo (MAS) y se configura un nuevo escenario político mucho más complejo.

“Estamos ante la concreción de la ruptura, de esa tensión en el MAS”, afirmó la analista en una entrevista con Telepaís de UNITEL en la que reflexionó sobre el discurso de Arce que considera estuvo marcado por el simbolismo.

La decisión de Arce marca “un nuevo escenario político”, puesto que “el evismo ya no es un actor con el que el arcismo” busque “un punto común”, señaló la analista.

Ante este escenario, Bejarano considera que “lo que va a hacer Arce es prescindir lo más posible de la Asamblea, en la mayor cantidad que se pueda”, señaló Bejarano.

La pugna se marcó cuando “el evismo marca una línea diciendo ‘no queremos a Del Castillo como ministro’”, y el presidente Arce responde con su restitución.

Bejarano señaló que la decisión “es válida, hay antecedentes jurídicos, no es el primer Gobierno que lo hace, lo sabemos”.

“El mensaje que deja Arce es que ‘a mí no me van a voltear un ministro’; además, es su discurso dice que es potestad del presidente elegir a quien le acompañe”, argumentó.

Para la analista, el juego político y la gobernabilidad se tornan muchos más complejos, “pero definitivamente quien está marcando el ritmo político no es la oposición”, dijo “es un MAS instrumentalizando a la oposición” en varios escenarios posibles.

En mesa queda el cruce de acusaciones por un presunto pacto del arcismo con la oposición a la hora de la aprobar la ley del Censo y en contrapartida el respaldo del evismo a la censura planteada por los Creemos y Comunidad Ciudadana (CC), señaló.

“El evismo va a avanzar dentro de la Asamblea, pero también encontrará respuestas del ala luchista tanto en la Asamblea como en el Ejecutivo”, señaló

Proyecto de ley

El presidente Luis Arce envió el 20 de abril pasado un proyecto de ley en el que regulaban los efectos de la censura, para reemplazar una norma similar aprobada en 2020, en el que se establecía que cualquier ministro que sea censurado no pueda ser repuesto en el cargo durante todo el periodo constitucional vigente.

El proyecto de ley 350 señala en su artículo 3 que el mandatario tendría un plazo de 48 horas para destituir al ministro censurado y que “la o el Ministro censurado no podrá ser restituido en el mismo cargo, dentro del periodo constitucional”.

¿Acaso no es una contradicción? Bajarano considera que “es una cuestión política” y “no es una cuestión jurídica”.

“Seguramente la coyuntura se prestaba a otro tipo de situaciones, seguramente no se avizoraba que la bancada se podía partir y podía operar con otro grupo para hacer que se destituya al ministro vía la Asamblea”.

Sin embargo, Bejarano admitió que “efectivamente hay una contradicción”.