Medio: El País
Fecha de la publicación: jueves 02 de agosto de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
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Los tiempos en los que el MAS no le temía nada son historia. Hoy, Evo Morales y el MAS le tienen terror pánico a la ciudadanía organizada en torno al voto del 21F. Y eso quiere decir, aunque les cueste admitirolo, que cuando escuchan Bolivia Dijo No, mojan sus pantaloncitos azules.
Le temen tanto a lo que significa el Bolivia Dijo No, que están dispuestos a cualquier cosa con tal de desactivar y desinflar la lucha por el 21F. Están dispuestos no solamente a aceptar, sino a contribuir activamente a instalar la idea de que finalmente tienen al frente a un candidato que les puede propinar una paliza electoral, luego de doce años en los que nada parecido había ocurrido.
Lo que busca el gobierno es este esforzado intento de electoralizar el escenario nacional, es que, ante la constatación y la certeza de que serán derrotados en las urnas, nos relajemos y eventualmente nos resignemos a aceptar que Evo Morales sea candidato el 2019.
La trampa es muy sencilla: creemos que hemos resuelto el problema de que no había nadie al otro lado capáz de hacerle frente a Morales, nos convencemos de que es mejor optar por la vía electoral, aflojamos en la defensa del 21F y terminamos legitimando la candidatura de Morales.
Cayendo en esa trampa les estamos dando además el espacio y el tiempo para que continuen, sin la resistencia ciudadana al frente, con la estrategia de desacreditación de todos sus eventuales adversarios, que derivará, de todas maneras, en la condena y la inhabilitación.
¿Facilito, no ve? Contribuyo a la confirmación de que nos van a ganar, me libro de la presión del Bolivia Dijo No, sin esa presión termino de destruir a todos mis adversarios, al final los inhabilito, me presento, y gano las elecciones.
Eso el que nos podría pasar, si no asumimos que hoy, más que nunca, que debemos redoblar esfuerzos en la defensa de nuestro voto, de nuestra democracia y de nuestra dignidad.
La defensa del voto y de la democracia fue, es, será y debe ser el objetivo inclaudicable de todos los ciudadanos que queremos vivir en democracia, independientemente de cualquier posible escenario electoral.
Y la mejor manera de reafirmar no solamente nuestro compromiso democrático, sino nuestra determinación política de defender nuestros principios activamente en las calles, es movilizandonos masivamente otra vez este 10 de octubre.
Este 10 de octubre, el Día de la Democracia, las plataformas ciudadanas y todos los bolivianos que se niegan a perderla, tenemos que salir a las plazas nuevamente a decirle al gobierno que no tenemos miedo y que no caeremos en ninguna trampa.
El 10 de octubre tenemos que organizarnos para tomar las calles que hoy nos pertenecen también y decir alto y claro: ¡Bolivia Dijo No!, pues en esa frase enorme se conjugan y se condensan nuestras convicciones, nuestros anhelos y nuestros desafíos.
El 10 de octubre del año pasado ya lo hicimos con éxito, confirmándole al gobierno que eramos el nuevo adversario: uno que no podrían desacreditar no atacar impunemente como lo hicieron con la oposición partidaria.
El 10 de octubre entonces, le quedará claro al regimen que no somos tontos, que no caeremos en la trampa y que escucharán Bolivia Dijo No, hasta que decidan respetar el voto.