Medio: El Deber
Fecha de la publicación: jueves 02 de agosto de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
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Hubo una manifestación que, según los organizadores, movió a 80.000 personas. El gobernador pidió calma. Se prevé un éxodo de opositores y oficialistas a la Villa Imperial
omenzó agosto y subió la temperatura en pleno invierno potosino. El Comité Cívico Pro Intereses Potosinistas (Comcipo) convocó una marcha que se volvió masiva y, tras una reunión de varias horas, resolvió dictar un cuarto intermedio hasta el viernes, cuando decidirán qué tipos de medidas asumirán como protestas a los actos de festejo al día patrio. Según Marco Antonio Pumari, dirigente cívico potosino, resolvieron anoche bajar a sus bases a hacer las consultas respectivas y volverse a reunir el viernes.
Lo más probable es que se vuelva a dar una situación esquizofrénica, con un acto progubernamental en la parte baja de la ciudad y un acto opositor en los sectores altos.
La marcha no fue del agrado del gobernador, Juan Carlos Cejas, que creyó que una vez firmado un acuerdo con Comcipo se acababan las movilizaciones o al menos se firmaba una especie de tregua hasta luego de los festejos patrios. A partir del 5 de agosto Potosí será el centro del poder nacional. La Asamblea Plurinacional sesionará en la histórica Casa de la Moneda, allí Evo Morales dará un mensaje al país, antes de presidir un desfile en la plaza Bolívar, a unos 800 metros del corazón de la ciudad.
Un día antes, el 4 de agosto, las plataformas opositoras tienen previsto llegar a la Villa Imperial. Así lo comunicó Xiomara Klinsky, de G-21, que calculó que habrá unas 3.000 personas de todo el país movilizándose hacia Potosí para gritar “Bolivia dijo No”. Los que no puedan ir a Potosí por trabajo o por falta de recursos, se quedarán en sus ciudades y protestarán en sus plazas.
No serán los únicos que harán la peregrinación. Azules del Oriente, Generación Evo, las juventudes del MAS y diferentes grupos de movimientos sociales también viajan hacia la Villa Imperial. “En los últimos días hemos estado recibiendoamenazas de parte de la gente del MAS indicando que nos van a agarrar a chicotazos si salíamos a protestar a las calles por lo que nos corresponde, pero no tenemos miedo y hoy estamos en las calles”, dijo ayer Pumari a la radio ACLO, justo antes de comenzar su demostración de fuerzas. Desde Potosí llegan reportes de que la marcha cívica fue masiva. Pumari se anima a dar una cifra: “80.000 potosinos marchamos”, dijo.
Sin embargo no será fácil para los opositores controlar la ciudad. El MAS es aún muy fuerte tanto en el área rural de Potosí, como en el campo chuquisaqueño. Se prevé que muchos campesinos e indígenas marchen sobre la ciudad el 6 de agosto. Aunque el ministro de Gobierno, Carlos Romero, adelantó que no hay un plan especial para el 6 de agosto, la tendencia es acordonar las dos movilizaciones para evitar que haya choques violentos.
Así, el primer festejo patrio desde Potosí se perfila al menos esquizofrénico, con dos actos, pero sin llegar a la violencia.