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14 de junio de 2023, 4:00 AM
La Sala Constitucional Cuarta del Tribunal de Justicia de La Paz negó el recurso legal interpuesto por la activista Amparo Carvajal en contra de Édgar Salazar, por la toma de las oficinas nacionales de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (Apdhb). Las autoridades reconocieron a ambos como presidentes de esa institución y sugirieron resolver el conflicto a través de un congreso velado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
“La Sala Constitucional Cuarta del Tribunal de Justicia deniega la acción de amparo constitucional formulada por Amparo Carvajal Baños en contra de Édgar Salazar y exhorta a ambos buscar el congreso de unidad y, si no es posible hacerlo de manera consensuada entre ambas partes, háganlo solicitando al Órgano Electoral”, señaló Rubén Ramírez, la autoridad jurisdiccional.
El juez dijo que la sala no puede dilucidar sobre qué presidente es legítimo, ya que existe un paralelismo.
El 2 de junio, el directorio de Édgar Salazar tildado de ser afín al Gobierno junto a otras personas ingresaron a las oficinas nacionales de la Apdhb en la calle 6 de Agosto de la ciudad de La Paz. Desde ese momento, la dirigencia de Carvajal instaló una vigilia en contra de la “toma” y ahora reclaman la restitución del inmueble.
La Sala Constitucional planteó a las partes enfrentadas a dialogar para llamar a un congreso y, en caso de no lograrlo, sugirió buscar una solución administrativa con los mecanismos de proceso electoral que tiene el Tribunal Electoral. Asimismo, convocaron a la Defensoría del Pueblo a ser conciliadores en el caso.
Finalmente, exhortaron a Carvajal levantar la vigilia voluntaria para no poner en riesgo su salud por su avanzada edad.
Activismo de Carvajal
EL DEBER estuvo presente en la vigilia instalada por la activista Amparo Carvajal y otros defensores de derechos humanos, en la parte posterior de las oficinas de la Apdhb que fueron “avasalladas” por un grupo afín al Gobierno. La mujer de 84 años contó las dificultades que enfrentó en las dos primeras semanas de acampada y, con firmeza, aseguró que persistirá hasta recuperar la casa de derechos humanos.
“Las noches son largas. Procuro alargarla con compañeros. Vino gente de Santa Cruz, de Montero, hemos cantado, hay gente muy simpática. Soy la primera que me acuesto porque me duele estar sentada y me despierto cuando aún no amaneció”, relató la octogenaria que dice que no se rendirá en su lucha contra el poder.
Un grupo de al menos 15 mujeres y hombres acompañan a Carvajal y están pendientes de sus necesidades. Durante el día también hay niños tomados de la mano de sus madres activistas que llevan alimentos o simplemente aliento para sus compañeros.
En los 12 días de vigilia, varias organizaciones, como la Juventud Yungueña, un grupo de abogadas cruceñas, Otra Bolivia es Posible, autoconvocados de Oruro, de El Alto y otros sectores visitaron a los activistas para mostrar su respaldo. Los carteles de cada plataforma lucen en las paredes que rodean a la vigilia, al igual que un panel con las fotos del inicio de la protesta y la contabilización de los días de lucha.
Carvajal también toma un poco de fuerza para sus jornadas con el poema que le escribieron los miembros de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Montero.
“Y a este Gobierno cobarde y atropellador le decimos basta de ser tirano. Tenga por seguro que la Apdhb no se dejará con un dictador”, dice uno de los párrafos de la composición.
