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Mejorar la Constitución Editorial

Medio: La Razón

Fecha de la publicación: domingo 28 de mayo de 2023

Categoría: Órganos del poder público

Subcategoría: Órgano Ejecutivo

Dirección Web: Visitar Sitio Web

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Diferentes voces han ido planteando la necesidad de evaluar la Constitución y, en su caso, “abrirla” para su reforma. Es importante hacerlo. Pero no desde el interés particular o partidario. No desde la imposición o el voluntarismo. Se requiere un amplio proceso deliberativo, que sea plural y con participación ciudadana y de las organizaciones, a fin de identificar los cambios requeridos, las mejores, aquello que debe fortalecerse. La reforma solo será viable con un gran acuerdo nacional que la haga posible.


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Se requiere un amplio proceso deliberativo, que sea plural y con participación ciudadana y de las organizaciones. / 28 de mayo de 2023 / 00:59

El expresidente Evo Morales planteó, como agenda de futuro, la necesidad de mejorar la Constitución Política del Estado. El propósito es “blindar y fortalecer los grandes logros del Estado Plurinacional”. Dice que hay varias propuestas, pero no precisa ninguna. Desde la oposición también quisieran reformar la Constitución, pero en clave de retroceso: “volver a la República”.

La nueva Constitución entró en vigencia en febrero de 2009, luego de una difícil Asamblea Constituyente y su aprobación en un referéndum. Fue el resultado de un largo proceso de demanda y construcción desde las organizaciones sociales e indígenas. Estableció un nuevo modelo de Estado Plurinacional con autonomías y un amplio catálogo de derechos individuales y colectivos. Entre otros avances sustantivos, reconoció diferentes formas de democracia, el pluralismo jurídico, la economía plural y el vivir bien.

Transcurridos más de 14 años, el balance de su implementación muestra un importante desarrollo legislativo, heterogeneidad institucional, innegables avances de inclusión (en especial de las mujeres y de las naciones y pueblos indígenas), nuevas prácticas, esbozos de interculturalidad. Muestra también lentitud, diferentes obstáculos, normas congeladas (como la Ley de Consulta Previa), abandonos desde el propio Estado e incluso distorsiones y retrocesos. Es un proceso de refundación en ritmo incremental.

¿Es necesario reformar la Constitución? ¿Para qué? ¿Se requiere mejorarla? ¿En qué? Como suele decirse, ningún texto constitucional está escrito en piedra y por supuesto debe irse afinando y consolidando. La propia Constitución establece los mecanismos para su reforma. Claro que una cosa es alentar cambios para profundizar, por ejemplo, la plurinacionalidad y las autonomías; y otra distinta es plantear reformas regresivas (“retorno a la República”), desde la nostalgia de quienes no entendieron nada.

En sus años de vigencia, hubo dos intentos fallidos de reforma constitucional parcial, vía referéndum. El primero fue el malogrado empeño del expresidente Morales de cambiar un artículo para viabilizar su reelección. La mayoría rechazó la reforma ( febrero de 2006), que luego fue forzada mediante una sentencia constitucional. El segundo intento de reforma surgió hace poco como iniciativa de juristas opositores para cambiar la Justicia. Se quedaron en el camino por falta de adhesiones.

Diferentes voces han ido planteando la necesidad de evaluar la Constitución y, en su caso, “abrirla” para su reforma. Es importante hacerlo. Pero no desde el interés particular o partidario. No desde la imposición o el voluntarismo. Se requiere un amplio proceso deliberativo, que sea plural y con participación ciudadana y de las organizaciones, a fin de identificar los cambios requeridos, las mejores, aquello que debe fortalecerse. La reforma solo será viable con un gran acuerdo nacional que la haga posible.