El dirigente de los cocaleros, Franklin Gutiérrez, confirmó este lunes, en una rueda de prensa, la asistencia de varios de sus afiliados a las movilizaciones que organizan plataformas, colectivos ciudadanos y organizaciones políticas como Otra Izquierda Posible.

“Se van a trasladar a Potosí a hacer respetar el 21 de febrero”, indicó el dirigente cocalero, aunque no precisó el número de personas”. “La conciencia la vamos a ver ese día para ver cuántos hermanos van a llegar a Potosí”, sostuvo.

Las plataformas exigen el respeto a los resultados del referéndum del 21 de febrero de 2016 (21F), donde la mayor parte de los bolivianos (51,3%) rechazaron una reforma constitucional que habilite una nueva repostulación para Morales, que posteriormente fue validada por un polémico fallo constitucional en noviembre de 2016.

Este año, los actos protocolares se desarrollarán en Potosí, en donde las autoridades nacionales se reunirán en una sesión de honor de la Asamblea Legislativa Plurinacional en la que el presidente Morales brindará un informe. Además, se alista el habitual desfile cívico militar que por primera vez llega a esa región.

“Estamos preparando la concentración nacional en Potosí, llegarán representantes de diferentes plataformas del país para decirle al Presidente que respete el voto de los bolivianos, pero no buscamos confrontación”, explicó ayer el vocero de Plataformas Unidas por Potosí, Milton Navarro, informó La Razón en su edición impresa.

El activista llegó este lunes para dar a conocer los alcance de la movilización que se denomina “Marcha en defensa de la democracia y respeto y la Constitución Política del Estado” y dio a conocer que en una cita que reunió a los defensores del 21F, como el Comité Cívico Potosinista (Comcipo), el bloque determinó declarar a Morales como persona no grata.

• La tensión por el 21F se traslada a Potosí

“Lo hemos declarado persona no grata a Evo Morales porque tenemos que recordar las gestión 2015 todos los potosinos hemos llegado a La Paz para pedir un pliego”, señaló. Ese año, cientos de potosinos tomaron las calles de La Paz en demanda del cumplimiento de un pliego petitorio.

Asimismo, las plataformas definieron embanderar la urbe con la enseña de Bolivia y de Potosí, pero además con la del 21F.

Demandas de obras y proyectos han reflotado en el marco de los actos protocolares y tienen como antecedente el cruce de advertencias. Por un lado, los detractores consideran propicio llevar la consigna del “Bolivia dijo No” al desfile cívico militar.

Para las organizaciones oficialistas, ese extremo no es posible y anunciaron “chicotazos” para los que “empañen” los festejos. Una guardia sindical e indígena conformada por sus miembros prevé hacer prevalecer esa premisa.

El jefe de la bancada nacional del gobiernista Movimiento Al Socialismo (MAS), el diputado David Ramos, advirtió que “como primera fuerza política, junto al pueblo potosino, desenmascararemos a quienes hoy aparecen como plataformas ciudadanas que pretenden gestar -de manera camuflada- un conflicto, haciendo amenazas de sitiar la ciudad y desarrollar actos paralelos”.

Pese a estos antecedentes, para el alcalde de Potosí, William Cervantes, no existe tal tensión en esa región. “No es verdad. En el municipio de Potosí la gente está respirando la fiesta nacional de nuestra patria”, aseguró y demandó que “que respeten a Potosí, respeten al ciudadano potosino que va ir a desfilar, que va ir a festejar su 6 de agosto”.

“Recomendamos que no hagan provocaciones, no hagan uso de la violencia contra nadie”, exhortó el ministro de Defensa, Javier Zavaleta. (30/07/2018)