Medio: El País
Fecha de la publicación: jueves 09 de marzo de 2023
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Democracia representativa
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ualquiera de los dos asuntos, empiezan a decir los analistas más cercanos al gobierno, pueden llevar al presidente Luis Arce a situaciones delicadas.
En cualquier caso, lo que provoca las corridas bancarias es el pánico de la gente – más que una fila de dos cuadras – queriendo sacar sus ahorros, por lo que es fundamental tener ahorros, algo que sí parece ser un problema mucho más real en la calle que el de los dólares.
Mientras, la pulseta con el Magisterio Urbano va tomando un cariz conocido en otros asuntos conocidos, que empezaron como un reclamo sectorial o menor y poco a poco fueron ganando adhesiones. En este caso, aunque el pliego incluye otras demandas – algunas irracionales – el asunto de fondo parece ser tumbar la nueva malla curricular y en particular, la inclusión de la Educación Sexual Integral. El modus operandi se parece al que tumbó el Código Penal que incluía modificaciones al aborto. Los sectores movilizados son los mismos – sobre todo las Iglesias – y con seguridad pronto se oirán adhesiones de determinados colectivos y partidos políticos.
Telenovela partidaria
Mientras, la telenovela partidaria vivió su tropecientos capítulo.
En el MAS, el vicepresidente del partido, Gerardo García, salió a la palestra para rubricar que no todos los funcionarios están aportando como militantes a la cuenta del partido luego de que el gobierno decretara una especie de bula papal, pero acabó confesando que hace ocho meses que no se hablan Luis Arce y Evo Morales a pesar de haber viajado, por separado, a lugares como Brasil, Buenos Aires y Caracas en este periodo.
La fecha, julio de 2022, es un poco anterior a los dos eventos que acabaron por cruzar la relación entre ambos políticos, ambos por intermedio de Morales, pues por un lado denunció que el hijo de Arce estaba en tratos turbios con YPFB y YLB en septiembre de 2022, aunque se haya retomado después; y por otro lado, que había un “plan negro” del gabinete contra él.
En el MAS sueñan con una reconciliación por el aniversario, el 27 de marzo, que ciertamente se ve difícil desde fuera tal y como están los ánimos de enervados.
No hay menos nervios en la acera de enfrente, la de Creemos, con Luis Fernando Camacho en el penal de Chonchocoro cada vez más imposibilitado de ejercer el cargo para el que ha sido elegido y ratificado por una Ley que está generando más quebraderos de cabeza. De un lado, el presidente de la Asamblea Zvonko Matkovic, el senador Erik Morón y el secretario de Gestión Institucional Efraín Suárez, guardia pretoriana de Camacho, que pretenden mantener el control férreo de la gestión. Del otro, el vicegobernador Mario Aguilera, que ya ha pedido una prueba de amor, y la vieja guardia Demócrata con el frustrado Vladimir Peña a la cabeza que confían en volver a tener oportunidades una vez que la gestión de Camacho se salde con fiasco.
Por último, Comunidad Ciudadana vive en su propia dicotomía: es oposición pero no la lidera y toda iniciativa puesta en marcha es vista con problemas, como el prácticamente retirado proyecto de referéndum por la Justicia o la iniciativa del revocatorio que promueven los cívicos, aunque con poca fe.
Sin duda, quedan muchos capítulos para seguirlos con calma.
Un 8M para abrir la reflexión
En Bolivia hay muchas feministas, pero poca organización, principalmente porque el MAS, que agrupa a los movimientos sociales y a activistas e intelectuales de izquierda, no quiere abrir ningún frente interno por ahí y lo mantiene desmovilizado para no responsabilizarse de las demandas. Ayer, por ejemplo, se volvió a vincular el día con los feminicidios, que es como responsabilidad de todos y de nadie y que en todo caso se mira a los jueces.
Canela Crespo, una de las jóvenes y entusiastas asambleístas del MAS que vive en el equilibrio ponderaba la marcha institucional de la mañana llena de funcionarios como necesaria, pero reclamaba mayor formación política, pero definitivamente estallaba al comprobar que la marcha acababa ¡en una Feria!: “Mi bichito interno que esperaba una promulgación (guiño guiño 348) o algo importante quedó, otra vez, decepcionado... Los lemas también se vuelven obsoletos cuando no se actualizan los avances".