El presidente, Luis Arce, dejó en claro que su administración no cederá al “chantaje” del “comiteísmo” cruceño que demandó liberación de “180 presos políticos” a cambio de no activar un proceso revocatorio de su mandato.

En entrevista con la cadena Telesur, el jefe del Estado Plurinacional aseguró este domingo que la derecha boliviana, a la cabeza del Comité pro Santa Cruz, que “lidera esta tendencia”, planteó la “liberación” de Luis Fernando Camacho a cambio de no llevar adelante el revocatorio.

“No vamos a caer en el chantaje, Camacho tiene que explicar a la justicia su papel en el golpe de Estado de 2019”, aseveró.

Camacho

El 28 de diciembre de 2022, Camacho fue aprehendido en Santa Cruz y luego trasladado a la ciudad de La Paz.

El gobernador cruceño está acusado del delito de terrorismo en grado de autoría.

Por ello, el 30 de diciembre se dispuso su reclusión preventiva por cuatro meses en el penal de Chonchocoro.

En ese tiempo se investigará su participación en la crisis de 2019 que concluyó, luego de 21 días, con la renuncia de Evo Morales.

Y la autoproclamación de la entonces senadora Jeanine Áñez como presidenta.

Aprehensión

El mandatario boliviano recordó que la aprehensión de Camacho causó indignación y molestia en sus seguidores cruceños.

Por ello es que descargaron toda su furia contra instituciones del Estado.

“Enfrentamos la quema de instituciones públicas en Santa Cruz (como el edificio de la Fiscalía Departamental), por eso hay mucho que explicar a la población boliviana, y Camacho debe hacerlo ante la justicia”, aseguró el Presidente.

Justicia

La oposición boliviana asegura que la reclusión preventiva de Camacho es una persecución del gobierno del presidente Arce.

Además, que la justicia cumple esa “orden porque él la controla”.

En respuesta, Arce afirmó que su administración no interferirá con la justicia y que está dispuesto a enfrentar un eventual referendo revocatorio.

“No vamos a interferir en el trabajo de la justicia, ya hemos salido a poner nuestra posición, y el gobierno boliviano está dispuesto a enfrentar, si así quieren los cívicos cruceños, el proceso de revocatorio», dijo.

Pero no vamos a interferir en las acciones que la justicia está tomando en nuestro país”, afirmó.

Desde la oposición boliviana se asegura que a finales de 2019 no hubo un golpe de Estado, como lo asegura el oficialismo, sino la reacción “natural” de los bolivianos ante un “monumental fraude” en las elecciones de ese 20 de octubre