La guerra interna del MAS, como si de un tablero de ajedrez se tratara, ha llegado a los reyes, ahora falta saber quién dará el jaque mate. Por un lado, apareció un audio en el que el expresidente Evo Morales, poniendo palabras en boca de la gente del campo, dice que hablan de revocar al presidente Luis Arce. Y, por otro lado, la diputada arcista Deisy Choque ha presentado un recurso de inconstitucionalidad en contra del estatuto del MAS para quitar a Evo Morales el carácter de líder nato, único e insustituible del partido.

Aunque Evo Morales escribió un tuit en el que indica que el audio fue manipulado, queda claro que está generando un ambiente propicio para plantear la revocatoria del mandato de Arce, mientras que el Presidente, mediante su principal operadora en el Legislativo, busca sacar a Evo Morales de la dirigencia del MAS.

En esta pelea de los dos líderes del MAS, se juegan varias cosas, entre ellas la continuidad del gobierno de Luis Arce, la candidatura del MAS para 2025, el liderazgo del partido y la pertenencia de la sigla hacia el futuro.

En el audio en cuestión, se escucha decir a Morales: “Hasta cuándo vamos aguantar al Lucho; en el campo es generalizado, hasta cuándo vamos aguantar al Lucho, qué está haciendo, cuándo vamos a sacar al Lucho”.

Entre tanto, el recurso presentado por Choque ante el Tribunal pide declarar inconstitucionales varios artículos del estatuto del MAS, entre ellos el 6, inciso 15, que titula “liderazgo nato” y que dice: “La militancia del MAS–IPSP ratifica el respeto al liderazgo nato del hermano Evo Morales por los grandes logros, avances y saltos cualitativos que realizó a nivel nacional, dignificando a Bolivia en el contexto internacional como líder del Movimiento Al Socialismo - Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos”. El recurso, además, apunta a que el Tribunal suprima la obligatoriedad de aportar dinero a las cuentas del MAS.

Esta pelea interna está llevando a un boicot entre ambos bandos en la administración pública, lo que a la larga resultará en perjuicios para la ciudadanía que nada tiene ver con los partidos políticos.

Lo que está claro también es que esta pugna no cesará hasta que uno de los dos líderes del MAS se imponga sobre el otro, o hasta que se produzca una división del partido. Hasta entonces, el país seguirá siendo testigo de la guerra interna del MAS, sin ver cambios en la sañuda persecución contra los líderes opositores, a quienes tanto Evo como Arce quieren sacarse del camino usando a sus jueces amigos.