Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: jueves 19 de enero de 2023
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Democracia interna y divergencias
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La guerra interna del MAS ha escalado en los últimos días al punto que el evismo habla de analizar la expulsión del presidente Luis Arce de las filas partidarias. De hecho, si son coherentes con su postura deberían echarlo porque fue quien promulgó la Ley del Censo, cuya aprobación ha provocado la expulsión de seis legisladores por considerarlos “traidores”.
Un ampliado del MAS Cochabamba ha decidido el fin de semana echar a seis parlamentarios y los voceros de esta facción del partido oficialista han señalado que otros 30 podrían correr la misma suerte. El mismo ampliado ha decidido procesar a los funcionarios públicos que hayan dejado de aportar a la millonaria cuenta bancaria del partido que es manejada por Evo Morales. Es más, el expresidente ha denunciado que los funcionarios estaban haciendo doble aporte, uno al partido y otro al ministerio, pero que últimamente ninguno de esos montos está llegando a la dirección nacional del MAS.
Este miércoles, el diputado evista Héctor Arce, cuando fue consultado sobre el Presidente, dijo que su expulsión tendrá que ser analizada en la dirección nacional del partido, que está al mando de Evo Morales.
Los evistas también están molestos porque, según dicen, el Gobierno no ha invitado a Evo Morales a la celebración del día del Estado Plurinacional, que fue instituido el 22 de enero justamentamente en honor a la asunción de Morales al poder un 22 de enero de 2006. El expresidente, por eso, viajará a Argentina para hacer su propia celebración y tratar de conseguir influencia en movimientos sociales de la región.
Todas estas decisiones y declaraciones han estado sazonadas por adjetivos de grueso calibre entre uno y otro bando, mostrando que la pugna del MAS ya carece de filtro.
Pero, ¿cuál es el motivo de la pelea? ¿Acaso los masistas están sumidos en una guerra interna por mejores condiciones de vida para los bolivianos o por alguna buena causa? El fondo del asunto es el poder y el dinero. Morales quiere recuperar a toda costa el poder perdido en 2019 y para eso necesita quitarse del camino a Luis Arce Catacora porque se perfila como presidenciable para 2025.
Y el otro tema de fondo es la plata. Morales y la directiva nacional no quieren perder los millones que mensualmente aportan los funcionarios públicos obligados por un estatuto ilegal que les obliga a dejar un porcentaje de su salario para actividades partidarias.
En lo único que coinciden las dos alas masistas, por ahora, es en la virulenta acción contra los opositores. De hecho, existe un perverso juego por mostrar quién es más duro con “la derecha golpista” y, ahí, la única que sale perjudicada es la democracia boliviana. Por lo demás, el país observa de palco la pelea entre oficialistas.