La expulsión de seis diputados determinada por un ampliado departamental del MAS en Cochabamba no llegó a conocimiento del Tribunal Supremo Electoral (TSE), cuya vocal Dina Chuquimia dijo que las decisiones de los partidos se toman en ese ámbito.

“Nosotros no podemos fiscalizar la actividad interna que se realiza en los partidos y donde se toman decisiones de los militantes, amparados en sus estatutos y donde el Tribunal (Supremo Electoral) no tiene competencia”, justificó la autoridad electoral.

El fin de semana pasado, los masistas se reunieron en Cochabamba en un ampliado, donde decidieron la expulsión de los diputados Magali Gómez Aranibar, Rosario García Onofre, Olivia Guachalla Yupanqui, José Luis Flores Colquillo, Damián Laime Parada y María Vargas Flores, todos, parlamentarios por Cochabamba.

La vocal recordó que el MAS tiene un estatuto, que es su carta orgánica, y que este documento debe regir todos los actos de los militantes y dirigentes del partido.

El estatuto

Según el estatuto masista, existen los tribunales de disciplina y ética, tanto departamentales como el nacional. Son estas instancias las únicas que pueden juzgar a cualquier militante, ya sea autoridad electa o designada.

El artículo 95 del estatuto masista explica el procedimiento a seguir cuando un militante es denunciado pero no se aplicó en Cochabamba. 

El artículo 53 del reglamento del MAS no asigna atribuciones a un ampliado para que expulse a militantes y solo puede aprobar acciones políticas en el marco del lineamiento ideológico de este partido, es decir, resoluciones políticas, no disciplinarias.

Asimismo, ninguno de los 103 artículos del documento hace mención a una presidencia vitalicia, como aprobó el ampliado en Cochabamba y solo hace mención a las atribuciones de este cargo.