Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: domingo 08 de enero de 2023
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Democracia representativa
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Estamos viviendo la metódica estructuración de un Estado dictatorial que, con el manejo arbitrario de la justicia, va imponiendo una estrategia orientada a neutralizar los liderazgos.
Lo que hoy vive Bolivia, producto de los 17 años de desgobierno del MAS, es un escenario caracterizado por la carencia de institucionalidad e independencia de poderes del Estado; una justicia como nunca sometida y controlada por el poder político; un Estado que, pese a llamarse plurinacional y autonómico, es el más centralista que se haya conocido y el menos preocupado por resolver la situación de los pueblos originarios; una economía que no se ha diversificado y, por el contrario, ha incentivadonefastas prácticas depredadores del medio ambiente (minería y agroquímicos), dependiendo cada vez más del extractivismo de recursos naturales no renovables; un Estado que despilfarra recursos públicos en obras sin sentido, en gastos dispendiosos y en prácticas corruptas que enriquecen a las nuevas elites; una sociedad precarizada en la informalidad y los bajos salarios; la ausencia de soluciones a los grandes problemas estructurales como la pobreza, la desigualdad, la salud, el empleo, la educación, la baja producción y productividad, etc. Lejos de estar cerca del nuevo paradigma Suma Qamaña o Buen Vivir que los gobiernos del MAS alentaronpara obtener el respaldo social,el país está cada vez más cerca del fracaso y de una crisis generalizada.
Las acciones del gobierno de Arce Catacora evidencian que, ante su disminuido respaldo popular y de las clases medias, las fracturas internas del MAS y las graves dificultades económicas, se avecinan tiempos de imposición autoritaria de medidas antipopulares, de represión y persecución sañuda para imponer a la fuerza un modelo similar al cubano, venezolano o nicaragüense.
Estamos viviendo la metódica estructuración de un Estado dictatorial que, con el manejo arbitrario de la justicia, va imponiendo una estrategia orientada a neutralizar los liderazgos, reprimir a la población para imponer un dominio y control total de la sociedad y podergobernar sin oposición democrática.
En ese contexto, resulta imperativo que las fuerzas democráticas del país aprendan de los errores cometidos en los largos años de resistencia al régimen de Morales, escuchen las demandas ciudadanas de resolver los graves problemas que enfrenta la sociedad, modifiquen sus actitudes y conductas políticas y comprendan que seguir actuando de la misma manera nos llevará a los mismos resultados de derrota y opresión.
1. Algunas evidencias:
• El país está ante el grave riesgo de ser sometido por una tiranía que ya no disimula sus intenciones.
• El MAS ya no tiene un proyecto político que enamore a sus bases. Solo los une la fuerza bruta y el usufructo del poder.
• Desde el año 2009 y en cuatro elecciones nacionales (2009, 2014, 2019 y 2020),los partidos de la oposición han repetido el mismo error: Ir divididos para intentar ganarle al MAS. La actual realidad nos dice que ese no es el camino.
• Todos los partidos se sentían predestinados y fuertes para ganarle al oficialismo, pero no tenían ningún chance real.Cuando alguno de ellos destacaba con posibilidades de éxito, surgían los divisionistas que hacían posible el triunfo del MAS.
2. Un riesgo potencial
• En las próximas elecciones (2025) el MAS podría ir unido o con dos candidatos y, ante la falta de unidad de la oposición, el pueblo estará condenado a elegir entre Evo o Arce.
• Si la oposición repite el error de ir dispersa,habrá sentenciado a la población a otra derrota con graves consecuencias de mayor pobreza, en medio de la tiranía.
3. Necesidad de una Convergencia Democrática
El pueblo no puede seguir de derrota en derrota y sufrir las consecuencias de la destrucción del país y la supresión de las libertades y derechos ciudadanos.
Estamos ante el riesgo de una dictadura totalitaria que va a destruir el país y, ante ese riesgo, o nos quedamos perplejos y paralogizados, o reaccionamos y aportamos a la construcción de la unidad mediante una convergencia demodrática que luche por la recuperación de la democracia y la reconstrucción del país y que vislumbre un cambio de época a partir del 2025. Un cambio de época no significa un cambio de gobierno o de actores circunstanciales, sino de un proyecto de reconstrucción nacional que comprende:
- La recuperación y consolidación de la democracia.
- El cambio de patrón de desarrollo por otro sostenible y respetuoso del medio ambiente.
- Una justicia proba e independiente.
- El restablecimiento de los principios republicanos de igualdad, justicia, independencia de poderes, institucionalidad, responsabilidad y eficacia y eficiencia en la administración estatal.
- La solución a los problemas estructurales de salud, educación y empleo.
- La aplicación de una real autonomía regional y superación del centralismo.
Para hacer realidad lo anterior hay que ganar las elecciones y para ello es importante iniciar, YA, un proceso de unidad y convergenciademocrática.
La ciudadanía democrática, en tanto nuevo sujeto político activo desde el 21F, ha dado muestras suficientes de madurez política y se encuentra en capacidad de influir e incidir en la conformación de ese proyecto unitario entre las diferentes fuerzas políticas y sociales del país.
No es momento de candidaturas, es momento de que los dirigentes piensen en calidad de estadistas,dejen de lado los intereses personales o de grupo y luchen por el “bien común” para la población y el país;es momento de elaborar los documentos, reglas básicas y criterios de relacionamiento y trabajo conjunto; de tejer una sólida red organizativa y de elaborar, participativamente, la propuesta política básica que sea la argamasa de la unidad expresada en una convergencia demotrática. Los desafíos son enormes y muchas las tareas. Nos encontramos con las esperanzas de un pueblo que está dispuesto a seguir en la lucha hacia resultados posibles y sería una irresponsabilidad repetir las experiencias pasadas.
Democracia, justicia y libertad deben ser las premisas que orienten la conformación de una nueva alternativa unitaria con capacidad para resolver los graves problemas que enfrenta Bolivia y para conducir al reencuentro de los bolivianos con miras al bicentenarioa través de la reconstrucción del país.