Medio: Los Tiempos
Fecha de la publicación: viernes 27 de julio de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
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El expresidente y vocero de la demanda marítima, Carlos Mesa, aseguró a Los Tiempos que el caso Quiborax es parte de la “maquinaria trituradora” del MAS para eliminar a todo lo que se interponga en su proyecto de poder indefinido. Señala que no es muy optimista, pero que tiene la fortaleza para batallar hasta lo último. El estrés y la tensión acompañan al coraje. Admite que tiene miedo, pero que su familia es su mayor fortaleza.
¿Cómo va a encarar este proceso?
Primero la ratificación que hay que lamentar de que el Órgano Judicial está completamente al servicio del Ejecutivo. Se trata de una acción que responde más que a la independencia de poderes, a la instrucción de un poder sobre otro, vulnerando un principio fundamental de la democracia, no solamente sobre el Ministerio Público sino sobre el TSJ. Hemos enviado tres memoriales con cuestiones de fondo para establecer con claridad que debía devolver al fiscal el requerimiento acusatorio y esto no ha ocurrido.
Ahora, qué espero de la ALP, el MAS tiene los dos tercios así que no hay demasiadas razones para ser optimista, pero esperaré la decisión que la ALP tome.
¿Hay paralelismo con el caso Guaracachi?
Nuestro razonamiento básico es que en el caso Quiborax actuamos en absoluto apego a la ley y con todo el derecho político y legal, nacionalizamos primero el salar de Uyuni y como consecuencia expulsamos a la empresa Quiborax, no cometimos ningún defecto. El presidente Morales también con una legitimidad política nacionalizó Guaracachi. Nuestra objeción no es al principio de nacionalización, porque nosotros defendemos que lo que hicimos estuvo bien, nuestra observación es al razonamiento insólito del procurador. Nuestra lógica es: señor procurador, si usted me acusa a mí por el caso Quiborax que son idénticos en los razonamientos hechos por los dos tribunales arbitrales que tocaron ambos casos tiene que hacer una acusación al presidente Morales. O, y esta es la opción correcta, retirar la acusación en mi contra, ese es el elemento de base, lo que quiere significar es que da la impresión que para el Gobierno de Evo Morales hay nacionalizaciones buenas y nacionalizaciones malas. Las que hace Morales son dignas de aplauso y las que hace Mesa son dignas de un juicio de responsabilidades. Este es el contrasentido que nosotros ponemos en evidencia.
Una exministra del MAS defendió el principio de nacionalización, ¿qué opina?
La exministra Dávila y la exministra Rocabado han coincidido en algo básico, primero en el principio de nacionalización en defensa de los intereses del Estado, que es lo que hicimos en el caso Quiborax, y dos el hecho comprobado que lo ha ratificado la exministra de Defensa Legal del Estado que Quirborax era una empresa pirata e ilegal que había recibido sus concesiones y que era una empresa ficticia desde sus origines.
¿Cuál sería el objetivo del MAS?
Es obvio que esto es un tema político. Que aquí se ha combinado además del tema político la estrategia de demolición de Carlos Mesa como político y como persona y de paso sacarse de encima la gran responsabilidad que acabarán teniendo que asumir Héctor Arce, Pablo Menacho y César Navarro.
En lo político, el Gobierno evidentemente quiere electoralizar prematuramente el proceso del 2019, planteándonos el siguiente dilema: la oposición lo que está haciendo en este momento es escoger quién va a ser el candidato que enfrente a Evo Morales. Y la respuesta es ‘señor Presidente no vamos a jugar su juego, yo por lo menos no voy a jugar ese juego, aquí no se habla de candidaturas ni de si voy a ser candidato o no porque esa es una trampa. Lo que el Presidente quiere es forzarme a mí o a decir que voy a ser candidato o a decir que no lo voy a hacer y no voy a jugar ese juego. ¿Por qué hace eso? Porque él quiere saltarse el 21F, él quiere dejar sentado al imaginario del país que él va a ser candidato. No presidente. El 21 de febrero de 2016 el pueblo le dijo no a la modificación de la CPE. El presidente Morales no puede ni debe ser candidato. En consecuencia, hoy día la batalla democrática y pacífica es la defensa de la voluntad popular.
¿Cómo le ha afectado a nivel personal y familiar?
Sin duda hay un efecto importante, sobre todo, porque además de la preocupación personal que es entendible, te genera tensión, estrés, pero hay una decisión muy clara de mi parte, fortaleza espiritual, mental y física dentro de la capacidad de que uno puede tener a esta edad para enfrentar con cabeza alta y con claridad toda esta andanada. Lo complicado es cuando tu esposa tiene que acompañarte, cuando tus hijos ven esta situación. Estoy disfrutando un pequeño nieto que tiene tres meses que es el que más fortaleza espiritual me da cuando veo su sonrisa. Pero sin duda es un tema complejo porque el final pudiera ser la cárcel y no porque yo me esté victimizando, sino porque el sistema penal boliviano en un juicio de responsabilidad establece que una posibilidad es la cárcel y el sistema judicial, lo he dicho claramente, me parece que depende totalmente del poder Ejecutivo. Pero la preocupación tiene que ser combinada con el temple de saber que estás defendiendo algo justo, no sólo tu causa personal, sino la causa democrática del 21F.
¿Tiene miedo a la cárcel?
El miedo es un elemento intrínseco de la naturaleza humana. Sin miedo no podríamos vivir porque el miedo nos permite defendernos del peligro, si no tuviéramos miedo seríamos suicidas. Por lo tanto, la palabra miedo, claro que sí. El miedo es un sentimiento humano que yo tengo, pero a la vez el convencimiento de que tengo la razón. Y esto no puede ser impune indefinidamente. Con muy poco poder, casi ninguno, muy pocas personas diciendo mi palabra, utilizando los medios que tengo a mi disposición, creo que tengo un respaldo mayoritario de la opinión pública y si tú le preguntas a la gente sobre el caso Quiborax, estoy convencido de que más del 70% de bolivianos están convencidos de que la responsabilidad no es de Carlos Mesa, sino de Héctor Arce, de Pablo Menacho y César Navarro. Este proceso también es un desgaste económico para mí.
“Sería una pretensión inaceptable de mi parte que yo aparezca y diga que soy el líder del 21F, no para nada”.
LA UNIDAD ES EL ÚNICO CAMINO
Consultado Carlos Mesa sobre el papel de la oposición en el contexto del 21F, dijo: “Si entendemos el contexto de que no es el momento de plantear candidaturas, yo creo que hay que construir una unidad nacional. Las plataformas ciudadanas que han trabajado extraordinariamente en defensa del 21F y los partidos políticos, a los que no se los debe vetar porque como militantes de esos partidos tienen tanto derecho como un ciudadano que no es político partidario de defender el 21F. Yo creo que este es un momento de necesaria unidad de la oposición tanto partidaria como de plataformas.
“LA RUPTURA DEMOCRÁTICA EMPIEZA CON LA REELECCIÓN”
¿Cree que Bolivia termine como Nicaragua o Venezuela?
Bolivia tiene características particulares distintas, una situación económica diferente de Venezuela, una situación de contexto diferente de Nicaragua, en lo que sí hay coincidencia y este es el elemento preocupante, más allá de si la ruta será igual o más o menos diferente, es que los tres países, unos más avanzados que otros, están rompiendo amarras completamente con la democracia. Bolivia lo está comenzando a hacer, Venezuela terminó de hacerlo y es una dictadura abierta, y también Nicaragua que es una dictadura violenta con 400 muertos en la espalda. En Bolivia eso no se ha producido todavía pero el camino a la ruptura democrática comienza por no respetar el 21F y en consecuencia nuestra preocupación sobre lo que pueda pasar en el futuro debe ser grande. Aquí el tema clave en el debate sobre la candidatura que es lo que el Gobierno quiere que yo responda y no voy a caer en eso. El Gobierno dijo que estoy encabezando, yo no estoy encabezando, pero sí estoy militando en la causa del 21 de febrero.
DECLARACIONES
"Lo que está pasando conmigo es una prueba del quiebre cada vez más dramático del modelo democrático que está convirtiéndose en un modelo autoritario y ojalá no se convierta en un modelo dictatorial". Carlos Mesa. Expresidente de Bolivia.
"¿Cómo entendemos que se negocia tres millones y se paga 42 millones? ¿Cómo es posible que se negocie en oficinas de la Procuraduría? Darle la computadora a los abogados chilenos. Eso es un delito de complicidad para no hablar de traición a la patria". Carlos Mesa. Expresidente de Bolivia.