“La determinación del paro de 24 horas y los otros puntos tienen que ver con una posición que devela ahora mismo una Asamblea de la Cruceñidad que no está en su mejor momento, en términos de convocar a una gran y contundente movilización”, explicó Arequipa.

Para el analista, el paro de 36 días que vivió Santa Cruz y la agenda radical que se intentó imponer y condicionando a otros departamentos debilitaron a los líderes cívicos y los desgastó en extremo, es por eso que ahora no pueden ofrecer algo más contundente en esa asamblea.

Arequipa destacó que nadie pidió, por ejemplo, recuperar al gobernador y anunciar medidas hasta las últimas consecuencias porque la gente está cansada de paros y bloqueos, la asamblea citada duró tres horas.

Ayer, líderes cívicos y otros se reunieron en la Asamblea de la Cruceñidad que determinó paralizar actividades por 24 horas a partir del primer minuto de hoy. También se estableció el cierre de carreteras y vigilia en instituciones públicas.

El presidente del Comité Cívico pro Santa Cruz, Rómulo Calvo, dio lectura a las determinaciones asumidas durante la asamblea repudiando el secuestro del gobernador Luis Fernando Camacho, pero no pidió su retorno al departamento cruceño.

En uno de los puntos se ratifica el pedido de replantear la relación de Santa Cruz con el Estado boliviano, lo que para el analista Hugo Siles es una absoluta contradicción y no existe la posibilidad de que Santa Cruz lo haga porque no es un estado independiente, la contradicción es tanto de origen como de concepto.

Para Siles es un recurso equivocado en cuanto a los términos porque no existe posibilidad, ya que Santa Cruz forma parte de los nueve departamentos de Bolivia y se rige bajo la Constitución Política del Estado que es unitario y con autonomías.

La equivocación intencionada busca confundir y activar una narrativa que da lugar a malas interpretaciones.

El Movimiento Al Socialismo (MAS) minimizó el paro cruceño de hoy y lo consideró como una medida de “desesperación” frente al proceso que enfrenta el gobernador cruceño.

El jefe de bancada nacional del MAS, Andrés Flores, en declaraciones a radio Erbol restó importancia a la medida de presión convocada por la Asamblea de la Cruceñidad y anticipó que solo serán “unos cuantos” los que vayan a acatar, mientras el resto continuará con sus actividades.

Para Arnildo Muñoz, secretario Departamental del Movimiento Al Socialismo (MAS) en Santa Cruz, la medida de parar nuevamente Santa Cruz es incoherente.

“No se puede obligar a la gente a parar, la gente ya está cansada de ser utilizada, quiere trabajar; la gente ya está en la fiesta (de Año Nuevo)”, manifestó en una entrevista en PAT.

Para el dirigente, la Policía y las autoridades competentes deben dar las garantías a los cruceños para trasladarse y poder trabajar, no se puede permitir nuevamente otro paro que perjudique económicamente a Santa Cruz.

El paro convocado para el dirigente será un fracaso porque la gente ya está cansada de las medidas que perjudican la economía de los cruceños.

Amenazas

La Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB) denunció que dirigencias de organizaciones sociales y sindicales reciben amenazas de parte del Comité Cívico pro Santa Cruz y de la Unión Juvenil Cruceñista (UJC).

“En una especie de revanchismo (por la aprehensión del gobernador Fernando Camacho) han estado intimidando de manera constante, la gente vinculada a la UJC, sembrando terror, amenazas. Nos han informado dirigencias sindicales y sociales que son amenazadas”, alertó Édgar Salazar, presidente de la APDHB.

No solo se está atentando contra la propiedad pública, se utiliza el discurso de odio al que piensa diferente, el discurso del racismo y discriminación, por lo que aconsejó a la dirigencia cívica a ser muy responsable y hablar con las bases para evitar la confrontación.

Por su parte, el secretario ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, (CSUTCB), Ever Rojas, denunció que grupos armados del departamento de Santa Cruz que gestaron el golpe de Estado de 2019, después de 21 días de bloqueo arbitrario, y este año, con 36 días de la misma medida, pretenden una vez más intentar fracturar la democracia del país.