La Carta Orgánica Municipal, según el ex Ministerio de Autonomías, es “la norma básica institucional que tiene como fin perfeccionar la Autonomía Municipal, que permitirá organizar el Gobierno Autónomo Municipal, definir las funciones y atribuciones de las y los concejales, del Alcalde o Alcaldesa, de las y los subalcaldes y secretarios y secretarias, sirve también para organizar el espacio territorial del municipio, define las competencias y su financiamiento”, partiendo de lo ya existente y garantizando la participación de la ciudadanía que es un actor clave para adoptar las nuevas definiciones. La Carta Orgánica es como una Constitución de la ciudad y tiene una mirada a largo plazo.
En la actualidad, el GAMC con el Concejo Municipal a la cabeza, ha decidido elaborar la Carta Orgánica después de varios intentos anteriores. Para ello ha convocado a las organizaciones territoriales (Juntas Vecinales) y otras organizaciones sectoriales y académicas que tienen su sede en la jurisdicción municipal, para que sus propuestas se incluyan en el nuevo instrumento.
La elaboración de la Carta es una opción fundamental para superar los graves problemas que tiene la ciudad, es momento de redefinir qué tipo de ciudad y de gobierno municipal queremos, es tiempo de pasar del concepto desarrollista, cuya prioridad es el cemento, las grandes avenidas y pasos a desnivel para los vehículos, creando un crecimiento exponencial que supera la imaginación, o la idea de que el crecimiento de edificios en altura hasta el infinito, significa modernidad, quitando el derecho al sol, deshumanizando las relaciones entre vecinos y colapsando las redes de agua y alcantarillado que no se han modernizado.
Entonces, es necesario superar los graves problemas y proponer medidas radicales para tener aire, tierra y agua limpias; es una gran oportunidad para poner freno a los avasallamientos de tierras agrícolas y de forestación, porque no es conveniente ampliar la mancha urbana en desmedro de áreas agrícolas para beneficiar al capitalismo y a la propiedad inmobiliaria.
Asimismo, para tener una ciudad inclusiva es imprescindible considerar las visiones de las mujeres que son las que han estado ausentes, pues las mujeres son más de la mitad de la población y por justicia deben ser parte de las definiciones y de los beneficios de la ciudad.
La importancia radica en que ellas tienen miradas y necesidades diferentes a los hombres, en los últimos tiempos han generado propuestas dirigidas a otra forma de ver y sentir la ciudad, algunas de ellas son las siguientes.
Las mujeres quieren una ciudad que sea justa e inclusiva que ayude a superar las brechas entre mujeres y hombres y avale el acceso ecuánime a los servicios y beneficios urbanos, que garantice una convivencia pacífica entre mujeres y hombres y en armonía con el medio ambiente.
Además, desean un Gobierno Municipal despatriarcalizado y equitativo que garantice la igualdad de derechos en el acceso a la ciudad, realizando medidas afirmativas para que las mujeres tengan iguales oportunidades. Que se generen condiciones para que hombres y mujeres compartan derechos y responsabilidades tanto en el hogar como en la comunidad y se comprometan a tener una ciudad para mejorar la calidad vida y la felicidad.
Es tiempo de tomar decisiones para hacer una ciudad para la vida, para la convivencia pacífica entre mujeres y hombres, para rescatar el sentido comunitario de los barrios y para vivir en armonía con la madre tierra.
SENTIDO COMÚN
María Isabel Caero P.
Arquitecta