Los analistas Armando Ortuño y Hernán Cabrera; coincidieron que que la crisis y actual situación del MAS ya no se trata de una simple pelea entre dos corrientes, es un conflicto interno que incluso puede afectar a la gobernabilidad en el país.

“A esta altura del partido ya no podemos hablar de peleas y conflicto simplemente, porque el momento en que las controversias internas se trasladan a decisiones en el ámbito legislativo o afectan la gestión del Estado, hemos pasado a otro nivel”, dijo el economista Armando Ortuño en Piedra, Papel y Tinta de La Razón.

En coincidencia, Hernán Cabrera, indicó que esta pelea se está acercando a lo más profundo del poder político.

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“Esto ya no es una pelea doméstica, está yendo a lo profundo del poder político en relación a lo que es el oficialismo y vemos enfrentadas a dos tendencias, ‘evistas’ y ‘arcistas’, cada una haciendo el juego de poder y tratando de decir yo soy el que mando”, explicó también en Piedra, Papel y Tinta.

Presupuesto

De acuerdo con Ortuño, que una fracción de asambleístas del Movimiento Al Socialismo haya votado en contra del Presupuesto 2023, es un tema a “otra escala” porque se trata de un hecho que ocurrió por primera vez, desde 2005.

“En muchos países la capacidad de un Gobierno para aprobar su presupuesto determina si puede gobernar o no”, dijo.

Esa falta de aprobación, en su análisis, indica que los problemas internos han llegado a un punto en el que hay impactos en la gestión pública.

“Y ya empezó con la ley de ejecución del Censo donde también una fracción del MAS votó con la oposición y otra en contra”, recordó.

Ambas situaciones plantean escenarios en el que el Gobierno no tiene mayorías, lo que no solo dificulta aprobar leyes, sino que “pueden generar nuevos temblores en la gestión”.

“A esta altura ya no estamos para decir conflicto o pelea interna, sino que afecta elementos claves de la gobernabilidad del país”, afirmó.

Oposición

De acuerdo con Cabrera, esta crisis tiene correlaciones en muchas situaciones.

“Cuando Luis Arce asume la presidencia, la oposición y los medios decían que era títere de Evo Morales o su marioneta, y por eso se quiere ver quizás otra figura que diga el Presidente soy yo, soy el que manda, pero ahí está el MAS haciendo un juego político fundamental, siendo el principal partido de Gobierno como oposición”, afirmó.

Agregó que Evo Morales y la fracción del MAS que lidera, están como el principal opositor al gobierno de Luis Arce “jugando un juego político de poder”.

“Haciendo rol de oposición fundamental, pero que no sea una oposición destructiva, de inviabilizar la gestión pública y política del Gobierno, ojalá que no se produzca esto”, afirmó.

Crisis

Ortuño no se animó a adelantar conclusiones de lo que puede pasar en el futuro; sin embargo, ve el inicio de una crisis que ya no se puede negar.

“Parece que el MAS está atrapado en una crisis previsible, pero nadie hace mucho por resolverla. No me preocupa la existencia de problemas, me sorprende la dificultad que tienen para conversar, reunirse y tomar decisiones mínimas”, dijo.

El gran problema es que el MAS sigue sin definir mecanismos para tomar decisiones colectivas, la debilidad de los mecanismos de diálogo y toma de decisiones van aumentando la crisis.

Según Cabrera, hay que reconocer la realidad de que hay una profunda crisis política en el MAS.

“El MAS no sabe llevar adelante un proceso de superar una crisis y creo que tiene una vocación profunda de tratar de superar en el escenario interno la crisis”, apuntó.

Preocupación

Para la exdiputada Valeria Silva, es una preocupación que se tiene al interior del MAS y se tendrá que decantar de alguna manera.

“Creo que en política no hay nada que no se pueda resolver en las internas. El MAS tiene una vocación de poder bastante profunda y no está dispuesto a ceder lo que hasta ahora se ha construido en términos de dominio y hegemonía política y en términos de conducción del Estado”, afirmó.

Agregó que, actualmente, hay temas que se están discutiendo entre las altas dirigencias del MAS y el Ejecutivo porque se ha llegado a un momento en que el partido de Gobierno llegó a otra etapa muy diferente a lo vivido en años anteriores.

Cabrera dejó en claro que, en democracia, los mínimos consensos son saludables porque miden el nivel de los representantes políticos que se tiene.

Cultivo

Para Cabrera, Evo Morales está cultivando y sembrando el nacimiento de derecha más radical, al estilo de Jair Bolsonaro (expresidente de Brasil), Donald Trump (expresidente de Estados Unidos) o Mauricio Macri (expresidente de Argentina.

Dijo que el expresidente Boliviano cultiva el campo para que nazca una derecha, «tal vez más radical a través de un discurso radical y violento.