El presidente Luis Arce está ante una encrucijada, dado que llegó a un punto en que puede tener gobernabilidad tanto con el ala evista del MAS como con las fuerzas de la oposición; sin embargo, fuentes consultadas señalan que, si se da el segundo caso, puede dañar su imagen ante las bases del partido azul y sectores populares.

Y respecto al primer caso, la Dirección Nacional del MAS, que es presidida por Evo Morales, le dijo al mandatario -luego del traspié con el proyecto de presupuesto en Diputados- que debe reclamar a sus “nuevos aliados” por ese fracaso, y que los legisladores “leales” no formarán parte de la megacoalición.

El tema cobró vigencia a raíz de que en la cámara baja, Comunidad Ciudadana (CC), Creemos y el ala evista del MAS rechazaron, el jueves, la Ley del Presupuesto General del Estado (PGE). La facción arcista acusó de “boicot” al bloque que respalda a Morales.

El politólogo Franklin Pareja dijo que a Arce ahora le toca tomar en cuenta a las voces minoritarias en el Parlamento. Calificó de positivo la fractura del MAS, puesto que dará lugar a que exista una “conducta más democrática y negociadora”, para conversar con opositores.

“Para la democracia, el fraccionamiento del MAS es una buena noticia, porque finalmente el espacio legislativo otra vez será deliberante, y la deliberación consiste en llegar a acuerdos. Por más de 10 años en la Asamblea Legislativa se proscribió el debate, la discusión y el acuerdo. El MAS ha actuado de forma totalitaria y autoritaria”, enfatizó.

El cientista político Carlos Cordero indicó que en oficialismo se dio un “empate catastrófico”, en el cual ambas facciones pueden perjudicarse. Añadió que al mandatario le queda consensuar con la oposición o gobernar mediante de decretos.

“Mientras haya un empate en el MAS, habrá un bloqueo en la Asamblea. Ésta puede ser una verdadera oportunidad para la oposición, pueden crearse nuevas alianzas y eso constituye un dolor de cabeza para la facción evista del MAS. Los arcistas pueden hacer alianzas con CC y Creemos, para tener gobernabilidad o puede gobernar mediante decretos”, explicó.

El exsenador del MAS Omar Aguilar afirmó que los posibles acuerdos entre el Gobierno y los opositores, dañarán la imagen de Arce, entre las bases y sectores clases populares afines a ese partido, porque no verán bien “un acuerdo con la derecha”. Por lo cual, recomendó al jefe de Estado llegar a un acuerdo de gobernabilidad con los evistas.

“Lamentablemente, con estas pugnas, la gobernabilidad está en riesgo. A partir de ahora, todas las leyes que sean planteadas por el Ejecutivo van a tener el mismo rumbo que el PGE. Vamos a entrar a la época de la democracia pactada, ojalá no haya maletines como en la época neoliberal. Si Arce pacta con la derecha, va a ser muy criticable. Los evistas dirán que está traicionando y pactando con los golpistas del 2019”, sostuvo.

La exdiputada de Unidad Demócrata Shirley Franco manifestó que el vicepresidente David Choquehuanca y Arce dividieron al MAS de manera tardía. Argumentó que el “haberle lavado la cara” a Morales le pasa la factura al Gobierno, porque ahora el expresidente es visible y está empoderado con la narrativa del supuesto “golpe de Estado”.

“Evo Morales está sacando todo su arsenal y está demostrando que puede gobernar desde el Parlamento, como lo hizo en el gobierno de transición. Lo que pasó con el PGE fue una victoria del evismo y mostró a Arce y Choquehuanca que sin su presencia no podrán hacer gestión. Arce ya no tiene una bancada monolítica de levantamanos, ahora la gobernabilidad dependerá entre Arce y Morales”, complementó la exparlamentaria.

Tras ser rechazado el proyecto del PGE, desde el Gobierno y la facción arcista acusaron de “boicot” a los evistas, y de querer “desestabilizar” la gestión.

Ayer, la dirección nacional de ese partido emitió un comunicado, en el cual rechaza las acusaciones del Ejecutivo y de su bloque de parlamentarios, e indica que la única causa de inestabilidad se la generaron ellos, con la supuesta alianza que hicieron con la derecha.

“Ahora que las bancadas de (Carlos) Mesa y (Luis Fernando) Camacho rechazan el proyecto de ley del PGE por razones políticas, tratan de culpar a diputados del MAS-IPSP (...). Si el pacto con la derecha no funciona, deben reclamar a sus nuevos aliados por ese fracaso”, se lee en el pronunciamiento.