Medio: PERLA DEL ACRE
Fecha de la publicación: domingo 04 de diciembre de 2022
Categoría: Conflictos sociales
Subcategoría: Conflictos limítrofes
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Un grupo de avasalladores, con machetes y armas de fuego, la noche de este jueves, ejecutaron una violenta emboscada a la barraca San Miguel, ubicada en el municipio pandino El Sena, con el saldo de una persona fallecida y ocho heridos.
En medio de la oscuridad, los avasalladores realizaron varios dispararos contra trabajadores de la barraca, la misma duró cerca hasta la medianoche. El ataque dejó el saldo de un zafrero fallecido y varios heridos de gravedad por disparos de arma de fuego.
Entretanto, la propietaria de la barraca, Janeth Vargas, logró escapar bosque adentro, cuando fue alertada por sus trabajadores de que los avasalladores llegaron para cumplir su amenaza de tomar sus tierras y matarla.
“Solo se veían luces de linternas y se escuchaban los tiros que lanzaban hacia mi gente, fue traumático, nos emboscaron y me buscaban a mí”, contó entre lágrimas Janeth en entrevista con EL DEBER.
Con la ayuda de una pareja de trabajadores, Janeth logró escapar de la balacera. Caminó por más de tres horas en el bosque hasta que, cerca de medianoche, se encontró con otro grupo de sus trabajadores que se dirigían en moto al hospital del municipio de El Sena, pues el enfrentamiento había dejado a varios heridos, de los cuales uno no resistió y murió.
“Solo pensaba en mis hijos, yo soy madre y padre para mis hijos, y solo pensaba en ellos en ese momento, me llevaron por el monte sin linterna a rumbo, me caía, me levantaba, solo escuchaba disparos y disparos, fue lo peor para mí. Después de caminar por más de tres horas me alcanzan mis trabajadores y me voy con ellos hasta el hospital, ahí me entero que mi zafrero había muerto”, relató.
Según Janeth, las amenazas no son recientes. Empezaron el año pasado con varios intentos frustrados de tomar sus tierras; sin embargo, se intensificaron hace un par de semanas, cuando estas personas le dieron un plazo para salir de la propiedad, caso contrario correría sangre.
La dueña de la barraca asegura que los avasalladores serían liderados por dirigentes de la Central Campesina Sena San Lorenzo, que aún sabiendo que cuenta con la titulación de las 500 hectáreas y una certificación del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) que la ratifica como tutora, quieren adueñarse de su predio.