Durante la promulgación de la Ley del Censo, el presidente Luis Arce se ha referido por primera vez a los objetivos políticos del expresidente Evo Morales, aunque ha evitado mencionarlo con nombre y apellido.

“Para aquellos que desde mis propias filas coinciden en objetivos para acortar nuestro mandato, también quiero decirles que se equivocan, que el enemigo no está entre nosotros y que la unidad es la mejor arma que tiene el pueblo para derrotar intereses de grupos y personas”, denunció Arce, luego de que Evo Morales acusara de traición al Gobierno y de haber pactado con la derecha cruceña para aprobar la citada ley.

Fue más explícito aún: “Sé que hay quienes quieren vernos fracasar de afuera y lamentablemente también algunos compañeros de adentro. Sé que existen personas que se esfuerzan por hacerme ver como un traidor a nuestro instrumento político, pero quiero decir que yo soy un militante más del MAS, que no claudicaré en mi lucha por mejores días para el pueblo boliviano”.

Traición es la palabra que más repite Evo Morales cuando se refiere al Gobierno y a la bancada del MAS que apoyó la aprobación de la Ley del Censo. No solamente eso, sino que poco antes de que Arce emitiera el mensaje, Morales envió un tuit en el que indica que “la promulgación de la Ley del Censo por parte de nuestro hermano presidente @LuchoXBolivia será un error histórico al ser la 1ra vez que un mandatario firma una ley que hace innecesario su propio decreto”.

Es impresionante cómo un tuit tan pequeño puede contener tanto cinismo, pues quien cometió los mayores errores históricos siendo presidente fue precisamente Evo Morales; sin ir muy lejos, cuando demandó a Chile ante la Corte de La Haya por el tema marítimo y, para rematar, cuando amenazó a aquel país de iniciar otra demanda por las aguas del Silala. Ahora quedó claro que Bolivia acabó de hundir sus aspiraciones históricas gracias a las bravuconadas del expresidente.

Pese a eso, poco después del mensaje presidencial, Morales volvió a la carga para decir que Arce promulgó “la ley del censo cuando el pueblo boliviano esperaba un mensaje acerca de las aguas del Silala”, y calificó el hecho como “regalo anticipado de Navidad para Tuto Quiroga, Camacho y Mesa”.

Después del cruce a través de un mensaje presidencial y unos tuits, quedó claro que el Presidente y el jefe de su partido ya no se hablan directamente porque todo eso que ventilaron en público pudieron haberlo resuelto con una llamada telefónica.

Evo Morales está en una sistemática y abierta campaña para recuperar el poder y Luis Arce es un obstáculo en sus objetivos. Pensando en clave democrática, se esperaría que la crisis definitiva del MAS suceda al momento de definir las candidaturas para 2025, pero tal parece que todo se está precipitando porque Arce acaba de reconocer que los desestabilizadores de su gobierno están dentro de su propio partido.

Está claro que el mensaje a la nación fue, en realidad, un mensaje al MAS y particularmente a Evo Morales. Pero, justamente para tratar de desbaratar las acusaciones del ala dura de su partido, Arce fue particularmente duro con los cívicos. Disparó su artillería contra los dirigentes cruceños, a quienes acusó de toda la violencia generada durante el paro del censo, aunque todo el país sabe que el MAS puso todos sus esfuerzos para crear el caos y, por consiguiente, es tanto o más responsable que los cívicos de lo sucedido en Santa Cruz.

Arce también insistió en que la Ley del Censo fue un pedido de las organizaciones sociales del oriente, que vieron que ésa era la única manera de levantar el paro para evitar más perjuicios a sus bases, e insistió en que la condición fue que la ley no mermara sus competencias, que es otra de las denuncias de Morales, porque, según dijo, no es una ley del censo, sino de aplicación de resultados posteriores a la consulta.

Como se puede ver, incluso cuando se refería a los cívicos, el presidente Arce estaba dando un mensaje para rebatir las acusaciones de Evo Morales. La pugna llegó a los jefes y el resultado, por ahora, es imprevisible.