Medio: Opinión
Fecha de la publicación: martes 24 de julio de 2018
Categoría: Representación Política
Subcategoría: Procesos contra autoridades electas
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En la audiencia de medidas cautelares, la concejala logró demostrar su domicilio, su trabajo y su familia con documentación, por lo que no fue detenida preventivamente, como solicitaba el demandante. “Me siento mal por todo lo que me ha hecho (la concejala) y poco a poco va a salir todo a la luz. Solo quiero que se haga justicia”, dijo el sereno.
Corzo manifestó que la concejala trató de amedrentarlo a través de los funcionarios y también intentó sacarlo de sus funciones.
“Ella directamente quería botarme (del trabajo) por su capricho, eso es lo que me incomoda”, indicó. Actualmente, Corzo continúa trabajando como sereno del Concejo.
Por su parte, la concejala Llusco, acusada de extorsión, concusión, cohecho y beneficios en razón del cargo, manifestó: “No había razón de que me pongan ni fianza siquiera, yo no vengo de un lugar de jerarquía ni mucho menos”.
Anteriormente, la Comisión de Ética del Órgano Deliberante recomendó para Llusco la suspensión por un mes sin goce de haberes, por la misma causa.
200
Bolivianos mensuales
El sereno Wilder Corzo denunció que la concejala Llusco le cobraba 200 bolivianos por el puesto que le consiguió en el Concejo Municipal. Además, Corzo manifestó que Llusco se quedó con un aguinaldo.