La pasada semana, la parlamentaria acusó al presidente Evo Morales de aplicar “medidas sistemáticas para restringir los derechos básicos del pueblo boliviano y consolidar su legado para mantener su control del poder”.

Luego de calificar las declaraciones como una injerencia en asuntos internos del Estado, el jefe de la bancada nacional del MAS-IPSP en la Cámara de Diputados, David Ramos, afirmó que éstas se constituyen en una prueba sobre el origen del discurso que divulgan las denominadas plataformas ciudadanas y los líderes de oposición.

“Lo demuestra con claridad esa versión de la congresista de extrema derecha vinculada con la Fundación para la Democracia, cuyo director es el prófugo de la justicia Carlos Sánchez Berzaín. Significa que las consignas, los estribillos y los pintados en las calles del 21F nos hacen dar cuenta de que no son expresiones de los propios bolivianos, sino que son importadas”, afirmó.

En criterio de Ramos, lo que se hace es replicar esos mensajes en el país, en el marco de una estrategia externa para combatir a los gobiernos progresistas.

A su turno, el también diputado del MAS-IPSP Franklin Flores dijo que en el discurso de Ros-Lehtinen se advierten términos como “régimen” o “acciones antidemocráticas” que son empleados por la oposición nacional.

“¿Quiénes manejan esos términos?, pues lo manejan Carlos Sánchez Berzaín y todos los políticos que lideran las supuestas plataformas ciudadanas, y todo el ataque viene de ellos”, sostuvo.

Flores concluyó que todas esas posturas son una injerencia política, además que expresa un odio al Gobierno boliviano y al presidente Evo Morales.

Por tal motivo, dijo que no deberían extrañar estas declaraciones, sino más bien aclarar y despejar toda duda sobre los verdaderos artífices de los ataques al Gobierno.

El secretario general de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Teodoro Vargas, coincidió con los legisladores. Mencionó que las acusaciones de la parlamentaria estadounidense confirman la coordinación que existe entre gente de Estados Unidos y la derecha nacional.

“Lo que pasa es que estos activistas, en coordinación con la embajada norteamericana, se pronuncian en contra de la postulación del hermano Evo”, apuntó.