Medio: El Deber
Fecha de la publicación: martes 18 de octubre de 2022
Categoría: Autonomías
Subcategoría: Municipal
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Por Germán Antelo, ex presidente cívico
La lucha por la realización del Censo es crucial para el desarrollo humano de nuestra región y de todo el país, la única manera de mejorar la vida de la gente, viva donde viva, en cualquiera de los más de 300 municipios, autonomías indígenas o en cualquiera de los 9 departamentos depende de que las competencias asignadas en la Bolivia autonómica, tengan los recursos necesarios para llevarlas adelante y mejorar la vida de los ciudadanos, sea que estos se queden en sus lugares de origen o hayan migrado. La lucha por el Censo es la lucha por una mejor distribución de los recursos, que se acabe el manejo centralizado de casi el 90% de los recursos económicos del país.
Los problemas estructurales de Bolivia, nuestro país, es que hay mucha exclusión social porque no se escucha a los ciudadanos para tomar decisiones sobre su propio desarrollo y hay una gran exclusión a las diferentes regiones del país, centralizando las decisiones y tomando decisiones de Estado sin tener en cuenta las necesidades de la población que vive en las diferentes entidades autonómicas de nuestro territorio.
Para la construcción de un modelo de desarrollo más justo, con una distribución descentralizada de los recursos, para que, en base a la población, al gasto competencial y otros parámetros de distribución financiera, se pueda dar solución a las necesidades de la gente, es que se luchó por una Bolivia autonómica, donde todos los niveles del Estado y la sociedad civil, con sus diversos liderazgos, podamos sentar las bases, de manera concertada, el desarrollo armónico del país. Lo intentamos hacer el 2010, cuando se trataba la Ley Marco de Autonomías, y pese a la resistencia oficialista se consiguió que debiera hacerse 6 meses después de la realización del Censo. Esta ley fue aprobada el 19 de julio de 2010, ya ha pasado el Censo del 2012 y 12 años después de su promulgación, hasta ahora no lo han querido llevar adelante. Es evidente que no hay voluntad política, lo único que les interesa es mantener la centralización del poder y estoy convencido que nuestro mayor mal, el causante de nuestro poco nivel de desarrollo y altos niveles de pobreza que tenemos, es por este centralismo abusivo y autoritario que hemos tolerado demasiado tiempo los bolivianos.
Por eso es por lo que este Censo es importante, porque conociendo nuestra realidad actual tenemos que seguir luchando para cambiar el modelo de desarrollo, concertando entre sociedad civil y Estado e ir a un nuevo modelo en base a acuerdo nacionales y compromisos recíprocos del Estado y de la población y para esto es necesario el Pacto Fiscal, que tiene que darse después de realizado el Censo.
Esta lucha recién comienza, no debemos parar hasta conseguir el Censo el 2023 y el Pacto Fiscal es el instrumento que nos permitirá ir hacia un nuevo modelo de desarrollo más justo y equitativo para todas las regiones del país, lo que traerá mejora en la vida de sus ciudadanos.
Esta es una pelea de todos, no es solo nuestra, aquel que se opone a la lucha por el Censo y el Pacto Fiscal, se está oponiendo a mejorar la vida de la gente, y si es una autoridad electa, está yendo en contra de darle solución a las necesidades de los ciudadanos que votaron por ellos.