La Carta constitucional plurinacional del año 2009 estableció en el Artículo 3: “La nación boliviana está conformada por… las naciones y los pueblos indígena originario campesinos, y las comunidades interculturales y afrobolivianas que en conjunto constituyen el pueblo boliviano”. Enseguida en el Artículo 4 señala que “El Estado respeta y garantiza la libertad de religión y creencias espirituales, de acuerdo con sus convicciones”. Al mismo tiempo, el Artículo 5 establece que en el país existen 36 nacionalidades indígenas. Sobre esa base, la Constitución estableció lo que es el Estado Plurinacional.
Sin embargo, esas definiciones abstractas no han recibido atención concreta y las nacionalidades reconocidas se encuentran en abandono, algunas de ellas en vías de desintegrarse y otras están en franca situación de dejar de existir, según afirman autoridades relacionadas con la atención a ese conjunto de habitantes, que llega al 27 por ciento de la población total del país. Lo que significaría que durante más de veinte años no han recibido los beneficios que se les otorgó por ley y, en consecuencia, finalmente se podría provocar la desintegración del “Estado plurinacional”.
La información mencionada agrega, al respecto, que, del total de las nacionalidades reconocidas, dos están prácticamente extinguidas. Estas son la Puquina y la Toromona. Por otro lado, once nacionalidades se encuentran en “situación de vulnerabilidad”, y muchos de los niños no hablan su propio idioma, excepto para fines familiares. En esa situación están las etnias Basiro, Kabineño, Mojeño trinitario, Mojeño ignaciano, Uru chipaya, Yuracaré y Mosetén. Están en serio grave peligro los pueblos Leco, Machajuyay, Movina, Tapiete y Takana.
En relación con esas informaciones, es posible decir que esas etnias se encuentran en situación más crítica que hace veinte años y sería oportuno que mecanismos oficiales agoten recursos para evitar su extinción.