“Estoy aquí, no he huido y no les tengo miedo”, dijo Eduardo Mérida ayer al promediar las 21:00, tras arribar al aeropuerto Jorge Wilstermann de Cochabamba, en un vuelo procedente de Sucre.

Mérida convocó a sus seguidores y a la prensa ante la posibilidad de ser aprehendido, en cumplimiento de la orden emitida por el juez Fernando Villarroel, presidente del Tribunal de Sentencia Primero de Quillacollo.

A pesar de la presencia de los efectivos policiales en las puertas del aeropuerto, ninguno se acercó al sindicado. Mérida debía presentarse al juicio oral por el despido injustificado en 2015 de embarazadas, padres progenitores y dirigentes sindicales.s

“Quiero que los implicados recapaciten. Qué les ha hecho Quillacollo para que estén arruinando la festividad de Urcupiña, tanta es la ambición de tener espacio político..., yo respetaría la fiesta y a la población, que hace 14 años ha perdido la democracia”, afirmó.

De acuerdo al director de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv) Luis Choque, la presencia de efectivos policiales era para “resguardar el orden”, ya que podrían darse enfrentamientos si los simpatizantes del alcalde suplente, designado por orden judicial, Zacarías Jayta acudían al mismo lugar.

Al mediodía de ayer, tras la inasistencia de Eduardo Mérida a la audiencia de juicio oral en su contra por daño económico al municipio, el juez Fernando Villarroel dispuso el mandamiento de aprehensión, arraigo departamental y nacional, contra el alcalde suspendido, quien además fue declarado en rebeldía por no presentarse al juicio oral que se instaló ayer. 

En su defensa, Mérida en contacto telefónico con la Red ATB dijo que “es una pena que los jueces no respeten mi derecho a la defensa. Mostré mi pasaje de avión, justificando mi presencia en Sucre”.

La autoridad se ausentó del departamento para presentar un recurso contra su suspensión como Alcalde de Quillacollo. Después de su suspensión el 8 de junio, Mérida recuperó su puesto el 13 de julio por una orden judicial y, a los cuatro días, fue echado otra vez con otra orden judicial.