Este viernes 5 de agosto, a partir de las 9.30, la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija (ALDT) prevé desarrollar una sesión ordinaria, con tres puntos a tratar, el primero es la habilitación y juramento de los asambleístas del pueblo Weenhayek, segundo, realizar una recomposición de las comisiones legislativas y el que más destaca, es la elección y posesión del nuevo Presidente del ente legislativo. Unidos adelantó que apoyará al asambleísta indígena, José Luis Ferreira, para que asuma la presidencia, mientras que el Movimiento al Socialismo (MAS) ya prevé una derrota, pues el número de votos no le favorece.

En lo que va de la semana, esta es la segunda vez que sesiona la ALDT. Ya con la opinión pública volcada en contra por los 90 días de crisis institucional, este viernes el pleno espera llenar la acefalía que dejó el revocatorio del mandato de Federico Salazar, que a días de haber sido electo Presidente de la Asamblea tuvo que dejar su curul a petición de un sector del pueblo Weenhayek.

Tras haber sesionado apenas tres veces durante los meses de mayo, junio y julio, el jefe de bancada de Unidos, Mauricio Lea Plaza, señala que con la elección de un nuevo Presidente, que tenga toda la legitimidad del ente legislativo, se espera superar el estancamiento en el que se ha inmerso la ALDT.

“Ahora nosotros como bloque político estamos actuando de manera conjunta con la bancada Indígena y la bancada Comunidad de Todos. En ese marco, hemos convenido brindarle nuestro respaldo a un asambleísta indígena para que esté en la presidencia de la Asamblea”, manifestó.

Aunque Lea Plaza no dio nombres, todo deja ver que en esta ocasión la presidencia de la Asamblea le toca al asambleísta del pueblo Tapiete, José Luis Ferreira, así lo confirmó en días pasados el asambleísta de Unidos, Alan Barca.

Lea Plaza se esperanzó en que esta propuesta del bloque mayoritario pueda tener el respaldo de todo el pleno legislativo, para que la gestión de la nueva Directiva pueda gozar de la legitimación y el liderazgo reconocido por todos, para sacar a la ALDT de la crisis institucional en la que se encuentra.

Las condiciones del MAS

Al respecto, la asambleísta del MAS, Juanita Miranda, señaló que, para la sesión convocada para este viernes, existe una cláusula de disposición final, la cual establece que, si se incumple uno de los tres puntos planteados en el orden del día, se anulará automáticamente la resolución que ha posibilitado reunir al pleno nuevamente.

“Espero que, en aras de poder trabajar por el bien de la institucionalidad, este viernes podamos tener una sesión con esos ánimos de poder respetar a cada una de las bancadas y podamos tener una elección satisfactoria, tanto en la recomposición de las comisiones, la habilitación de la colega weenhayek y la elección del nuevo presidente”, detalló.

Miranda argumentó que legalmente no corresponde elegir a un nuevo Presidente en la ALDT, sin embargo, para que no se culpe al partido azul por la crisis institucional del ente legislativo, es que esta bancada determinó viabilizar las elecciones.

Al MAS los números no le dan

Unidos que tiene 12 legisladores, logró ratificar su alianza con la bancada Indígena, que actualmente solo tiene dos votos (del pueblo Guaraní y del Tapiete) ya que se ha revocado el mandato del legislador del pueblo Wennhayek. A esto se suman los dos votos de la bancada Comunidad de Todos, con lo cual alcanza establecer la mayoría absoluta de 16 votos y volver a hacerse del control legislativo. Mientras que el MAS, que también tiene 12 asambleístas habilitados para votar, solo podría tener el apoyo de la asambleísta weenhayek.

El MAS va solo en estas elecciones

Contrariamente a lo que había ocurrido en el mes de junio, cuando el MAS había hallado un aliado natural con la bancada Comunidad de Todos para ir en busca del control de la ALDT, en esta ocasión la legisladora, Juanita Miranda, refirió que no hay alianza con ninguna otra bancada y que van con solamente los 13 votos del bloque del partido azul, pero al tener a Zaida Laura en como Presidente en Ejercicio, esto se reduce solo a 12 votos.