Medio: El Diario
Fecha de la publicación: viernes 20 de julio de 2018
Categoría: Órganos del poder público
Subcategoría: Órgano Ejecutivo
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El pongueaje político impuesto por el gobierno del MAS estableció que los originarios vuelven a ser pongos de los patrones que manejan el gobierno y los dirigentes de los movimientos sociales son los nuevos jilakatas que, por las dádivas que reciben, manejan a los pongos a pedido y órdenes de los patrones.
El proceso del cambio, que pregona el gobierno, está manejado por gente extranjera que va procediendo en forma sistemática para acorralar a todo lo que sea oposición o libre pensamiento. Cuando Evo Morales juraba a la presidencia prometió “corrupción” cero, dirigiendo su vista al Sr. Paz Zamora que se encontraba en una de las galerías, y que si había un muerto en su gobierno, se iría a su casa. Todo era mentira.
En abril de 2006, el vicepresidente García Linera declaró: “ya estamos en el poder, pero todavía no tenemos el poder total”. El programa preparado para el gobierno del MAS tiene característica neo fascistas, y alcanzaron el poder total para hacer un gobierno único en todas sus circunstancias, teniendo al servicio del ejecutivo todos los estamentos institucionales para no respetar ni la CPEP, elaborada y aprobada por ellos mismos.
Hay algún extranjero que juega el papel del jefe de propaganda de Hitler, son los mismos métodos de la Alemania nazi.
En los doce años de gobierno del MAS sistemáticamente se ha llegado a un gobierno autoritario, en el que ninguno de los derechos de los ciudadanos se respeta. Se está defenestrando a los alcaldes no masistas con cualquier pretexto legal, por el servilismo de los estratos judiciales.
Para llevar adelante esta política, un ejemplo patético es el caso del Sr. Carlos Mesa, que les ha causado un tremendo miedo si se postula para presidente. Saben que saldría ganando y saldrían a luz muchas cosas que actualmente se encubre a nivel oficial.
En el gobierno actual, la corrupción es el pan del día acompañado del encubrimiento. El expresidente Paz Estenssoro tenía un dicho: “la complicidad es la mejor lealtad”.
Los bolivianos estamos sometidos al capricho de los jerarcas que manejan el gobierno, no sabemos exactamente a dónde llegaremos. Contra toda lógica, defienden a los señores Maduro y Correa y al régimen cubano, sabiendo que en Cuba no hubo una revolución; simplemente fue un cambio de dictadura, de una militar pasó a una civil.