Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: viernes 20 de julio de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Democracia representativa
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Ésa es una demostración de la oposición que cada día demuestra la pobreza ideológica, política y de un programa de gobierno, mientras este proceso sigue su curso. ¿Será a propósito o también sufren algo de amnesia, como García Meza?
La memoria histórica no puede estar ajena a los momentos clave y a sus protagonistas que ahora actúan disimuladamente con rostros de ‘defensores de la democracia’, de las libertades ciudadanas, cuando fueron ésos quienes se acomodaron a ese ‘programa político’ en otras ocasiones.
Haciendo un recuento de esos años y tratando de traer el acumulado de esos casi 40 años, habría que señalar a la desmemoria de los que no quieren ir con la historia que hubo hechos muy importantes. Desde que esas valerosas mujeres mineras encabezadas por Domitila, con su huelga de hambre, plantean derrocar y con coraje emprenden ese desafío a la dictadura de Hugo Banzer Suárez, que posibilita abrir el sueño de una apertura democrática, la salida de presos en libertad, el retorno de los exilados y todo aquel que resistía en la clandestinidad.
Luego, los mandos militares siguieron con el libreto de la ambición de poder y llevaron acciones terroristas como aquella previa al inicio de la dictadura narcofascista de Luis García Meza, cuando bajo operación encubierta el exministro Luis Arce Gómez operó salvajemente secuestrando, torturando y finalmente asesinando al sacerdote y periodista Luis Espinal.
En respuesta a este crimen, las organizaciones sociales encabezadas por la COB y todos los partidos políticos formaron el Consejo de Defensa de la Democracia (Conade). Pero ya se alertaba de un golpe y llegó el fatídico 17 de julio de 1980. Un golpe de Estado preparado con asesoramiento argentino y con base en una unidad castrense en la ciudad de Cochabamba.
El alzamiento de la guarnición de Trinidad tenía el objetivo de capturar a la mayor parte de la dirigencia del Conade. El líder de la COB, Juan Lechín Oquendo, alerta el golpe con un comunicado que llamaba a resistir con una huelga general indefinida y el bloqueo de caminos.
Ese día podían haber escapado los dirigentes, pero a pedido de Canal 7, Simón Reyes hacía una segunda lectura de las resoluciones del Conade y luego se inició la balacera en el rodeado edificio de la Federación de Mineros, donde funcionaba la COB.
Fue en ese asalto a la COB que reconocieron a Marcelo Quiroga Santa Cruz y trataron de sacarlo, él forcejeó intentando volver a la fila, y en ese momento dispararon una ráfaga que alcanzó también a Carlos Flores Bedregal, diputado de la UDP. La columna tuvo que pasar por encima de los dos cuerpos derribados para seguir bajando. Después le llega el turno a Gualberto Vega Yapura, miembro de la Federación de Mineros, quien ya había sido asesinado en la parte trasera del edificio.
Pasarían muchos años para que desde un juicio de responsabilidades se dé una condena al dictador, quien no cumple esa sentencia y muere en abril de 2018 dejando en la incógnita el verdadero destino de los restos de Marcelo Quiroga.
Toda revolución produce desorden y si ésta se mantiene y se dinamiza, la sociedad se encuentra en movimiento. En este proceso sostenido se pueden cometer equívocos, desviaciones y volver sobre lo caminado, ese proceso reflexivo para planificar el futuro está basado siempre en el pasado.
Por eso, la recuperación de la memoria histórica es un hecho revolucionario, porque nos permite llegar a las causas que originaron el desorden neoliberal, en nuestro país y en el mundo; también nos demuestra cómo se conformó el pensamiento colonial y los mecanismos de su reproducción. Lecciones para que algunos medios y sus redes se sigan rasgando sus coloniales vestiduras.
Los discursos de la oposición, que apelan a que se vive una dictadura o que no se respeta la democracia, tienen que ser descifrados a partir de nuestra memoria histórica; es la única garantía que permite a este proceso seguir de pie; el entender los verdaderos actores de lo que fue una dictadura dista mucho de lo que hoy pretende interpretarse con denominativos a quienes hoy gobiernan y son calificados así, cuando vimos que quienes verdaderamente atentaron a la dignidad humana fueron otros.
*Es escritor e historiador potosino