Medio: La Razón
Fecha de la publicación: viernes 20 de julio de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
Dirección Web: Visitar Sitio Web
Lead
Contenido
La Razón (Edición Impresa) / Jaime Iturri
23:58 / 19 de julio de 2018
El gran problema de la oposición no es lo que los une (que Evo Morales no sea candidato, ya que podría ganar las elecciones), sino lo que los separa: el candidato unificador. De ahí la estrategia de “no puede haber elecciones con Evo como candidato”. La verdad es que no pueden encontrar a alguien que se enfrente al actual Mandatario. Las encuestas son totalmente contrarias a Samuel Doria Medina y, sobre todo, a Rubén Costas (perdió un tercio de sus posibles votos debido al bullado caso de las mochilas y sus consiguiente mochileros; victimizar al alcalde José María Leyes fue una apuesta que descubre que de política se sabe poco). Y Carlos Mesa sabe que si se presenta de candidato, la historia puede repetirse: ser de nuevo prisionero del Palacio de Gobierno sin una bancada a su favor, con los sectores sociales en contra y en combate permanente como en su gobierno. Además, él es un hombre inteligente, se expondría a múltiples extorsiones por grupos de poder (todavía estoy escuchando a la élite cruceña gritando “fuera Mesa”).
A estas alturas del camino, es iluso pensar que Evo Morales y Álvaro García Linera no se presentarán a las elecciones. Lo sensato sería que la oposición intente tener una bancada más grande de la que tiene, arrebatándole los dos tercios al Movimiento Al Socialismo (MAS). Eso es lo posible y lo que más convendría a Carlos Mesa, pues si el masismo no tiene los dos tercios, no podría condenar al experiodista y éste podría dedicarse al área en la que es imbatible: la investigación histórica.
Pero claro, estamos hablando de políticos y de apetitos personales. No descarto que haya un grupo que incluso cuando Evo sea habilitado por el Órgano Electoral decida no asistir a los comicios. Y ese sería el mejor panorama para el MAS, pues podría volver a asegurar los dos tercios y tendría a Evo otros cinco años en la silla presidencial.
¿Acaso no vieron lo que pasó en Venezuela? Muchas marchas, decenas de miles que no participaron, pero a la hora de los hechos qué hubo, Nicolás Maduro está gobernando. Ojalá hubiera a la venta pastillas de “ubicatex”, juro que haría una vaquita para comprar varias dosis para los opositores.