Medio: El Día
Fecha de la publicación: domingo 26 de noviembre de 2017
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones judiciales
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Esta modalidad de elección de magistrados, es la única en su género que se practica en el continente – si no en el mundo - aunque no por ello podemos afirmar que es confiable y asegura los dos factores que deben pesar en la conformación del órgano judicial: independencia e idoneidad. No obstante y al margen de estos aspectos propios de una elección popular y de la polémica suscitada sobre sus ventajas y defectos, resulta válido proponer el cambio de este sistema de elección de magistrados, lo que desde luego implicaría reformar la Constitución y encomendar la tarea preparatoria a una comisión integrada por abogados calificados y docentes de la universidad con dedicación a la materia, sin importar filiación política alguna, como hizo el gobierno de 1963 que – pese a su posición político partidista definida – tuvo el acierto de conformar comisiones codificadoras integradas por destacados profesionales bolivianos, sin importar su posición política.
Explicamos al lector que incursionamos aquí en una inevitable como sucinta referencia cuando decimos profesionales “bolivianos”, puesto que no podía haber sido de otra manera, ya que no tenemos noticia de que comisiones codificadoras del país, por lo menos desde 1963, hubieran estado integradas por elementos extranjeros. Pero, además, es que hace días el Ministerio de Justicia anunció que entregará a fin de año un paquete de cinco anteproyectos de códigos que han sido elaborados por abogados “100% bolivianos”, como si en los anteriores trabajos de codificación hubiera existido participación de extranjeros o de personas con poco porcentaje de ciudadanía boliviana.
Volviendo al tema de las elecciones judiciales, anotamos que la cuestión ha dado lugar a expresiones ásperas, que son de conocimiento público, dirigidas al adversario político circunstancial. Lo cierto es que en épocas pasadas fue posible encomendar - con mayor cuidado y adecuada valoración de méritos y sin la prisa que significa dar voto-, tareas del poder judicial (hoy Órgano Judicial), a elemento humano comprobadamente experimentado e idóneo, sin necesidad de inclinarse por preferencia política alguna. En todo caso, los resultados electorales del 3 de diciembre podrían servir también para hacer un balance del nivel de apoyo que tiene actualmente el régimen de gobierno.