
Cumplidos siete días del asesinato de dos sargentos de la Policía y de un voluntario del Gacip en Porongo, una marcha convocada por el Comité Pro Santa Cruz exigió ayer justicia y la conformación de una comisión en la Asamblea Legislativa Plurinacional para investigar este caso, y convocó a la comunidad internacional a evitar un “narco Estado” en Bolivia.
El presidente del Comité Pro Santa Cruz, Rómulo Calvo, se encargó de cerrar la movilización en el atrio de la Catedral de la capital cruceña con un discurso frente a los movilizados.
“El Estado de Derecho es innegociable”, “no queremos ser la república de la cocaína”, “el Gobierno nacional ha perdido la guerra contra el narcotráfico”, fueron algunas de las declaraciones que lanzó Calvo para apuntar contra el Gobierno nacional y la Policía Boliviana por la muerte de los tres uniformados.
“No aceptamos la narcopolítica, no aceptamos parlamentarios ligados al narcotráfico. La Policía debe liberarse de su red para cuidar a su pueblo”, añadió el líder cívico al cierre de la movilización en la que participó el gobernador cruceño Luis Fernando Camacho.
Al dirigirse a la Asamblea Legislativa Plurinacional, Calvo pidió la creación de una “comisión parlamentaria multipartidaria para que investiguen caiga quien caiga, como dijo el presidente Luis Arce”.
Sugirió un “plan con la ayuda de organismos internacionales especializados y la comunidad internacional” para una “investigación pronta y transparente” del triple asesinato y sus nexos con el narcotráfico.
Asimismo, llamó a la comunidad internacional a ayudar al “pueblo boliviano que no quiere convertirse en un narco Estado”. “Santa Cruz no acepta ser parte de un narco Estado, esta tierra santa no convive con gente maligna”, agregó.
“El Gobierno está más del lado del problema que de la solución. Esta bola de fuego comienza con la coca excedentaria y termina con la sangre de los bolivianos. Pedimos ayuda la OEA, a la Comunidad Europea, a las Naciones Unidas, especialmente al Consejo de seguridad, a acudir a un llamado para que no reine la miseria, el hambre, el luto, la persecución y el exilio de los bolivianos”, sostuvo.
Tras el llamado del líder cívico, entre los movilizados se escucharon gritos “que venga la DEA”, en alusión a la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos, expulsada de la lucha contra el narcotráfico en Bolivia por el gobierno de Evo Morales.
LAS LONDRAS Y “PERSEGUIDOS”